Según el diccionario de la Real Academia Española define a la Leyenda Negra Española como :
«Opinión contra lo español difundida a partir del siglo XVI» y como «opinión desfavorable y generalizada sobre alguien o algo, generalmente infundada».
Los orígenes de la Leyenda Negra se remontan al siglo XIII cuando en Italia los mercaderes cataIanes suponían una dura competencia para los italianos, y los territorios de Nápoles y Sicilia eran ocupados por los reyes de la Corona de Aragón.
La situación empeoró tras el saqueo de Roma, en 1527, que provocó duras críticas a la política de Carlos V, que aumentarían con las guerras mantenidas en Italia. Sin embargo, no hay que exagerar la trascendencia negativa que tuvo en Italia el saqueo de Roma; existen datos posteriores que demuestran una valoración positiva de España. Por ejemplo, Francesco Guicciardini, en su "Storia d’ItaIia" elogia a los soldados españoles y denomina Gran Capitán a Gonzalo Fernández de Córdoba culpando de las atrocidades del saqueo de Roma a los soldados (lansquenetes) alemanes.

(Ilustración de Theodor de Bry (1528–1598) inspirada en un pasaje de la "Brevísima" de fray Bartolomé de Las Casas, fraile dominico español, cronista, teólogo, obispo de Chiapas (México), filósofo, jurista y apologista de los indios)
En realidad, fue en la segunda mitad del siglo XVI durante el reinado de Felipe Il, cuando se definieron claramente las acusaciones europeas hacia España, concretándose en lo que se conoce como Leyenda Negra. Ahora bien, es necesario puntualizar que la Leyenda Negra se basa en una determinada idea política sustentada desde Carlos V, esa sería la concepción política que tantas críticas había de provocar entre los europeos.
La leyenda bajo el Emperador:
La Unidad de la Cristiaridad bajo el Imperio y su defensa contra los musulmanes fue para Carlos V una suprema misión. Sin embargo, y pese a la enorme herencia recibida, Carlos poseía muchos territorios que mantenían sus características individuales que conservaban su propias leyes, sus instituciones, su moneda, sus privilegios, por tanto, sólo pudo ser señor absoluto de una parte del territorio, pero sin conseguir una efectiva unificación. Por este motivo no llegó a ver realizadas sus aspiraciones de “Humanitas Christiana” es más, la Reforma Protestante, que se produjo en esta época, favoreció la desintegración del lmperio, ya que los príncipes alemanes apoyaron a Lutero en un claro intento de desmarcarse del Emperador.
Hacia 1540 la idea imperial chocaba dentro de la Europa renacentista donde irrumpían con fuerza las diferentes nacionalidades. España, defensora de esta unión europea se convirtió en el blanco de numerosas críticas.

(La conquista de Túnez en 1535 tuvo como objetivo contrarrestar el poderío otomano en el Mediterráneo, la labor fue ardua y aunque se lograron importantes éxitos, la victoria final no llegaría hasta Felipe II y la batalla de Lepanto)
Es interesante reseñar cómo se difundieron estas ideas. Y es que los conflictos surgidos alrededor de la Reforma y la Contrarreforma favorecieron la técnica de la propaganda; así, de la persuasión desde el púlpito se dio paso a los sutiles consejos desde el confesionario donde era fácil adoctrinar a los creyentes, pero sobre todo la gran arma divulgativa fue el panfleto. A través de ellos se daría rienda suelta a la exageración y a la distorsión y manipulación.
Las fuentes de la leyenda :
Dentro de este ambiente de controversia, destacó sin duda el religioso español Bartolomé de las Casas y su “Brevissima relación de la destrucción de las Indias” La obra es una impresionante descripción de los métodos empleados por los españoles en América. Esta obra fue el justificante a seguir por todos los opositores a España para basar sus teorías, si bien no es menos cierto que el resto de naciones que llegaron a América emplearon métodos similares o incluso peores en cuanto a crueldad a la hora de explotar de aquellas tierras.

(Siendo niño conoció a los Reyes Católicos, y a Cristóbal Colón, pues su padre Pedro de las Casas, participó en los viajes del almirante. En 1499 tuvo la oportunidad de conocer a un indio, el cual fue traído por Colón y regalado a su padre como esclavo)
Publicó su obra en 1552 en Sevilla. La primera traducción al holandés fue en 1578, en plena guerra de independencia, y hasta 1617 tuvo 16 reimpresiones. En 1617 se publicó por primera vez en francés, con la expresa intención de apoyar a los rebeldes holandeses, y en 1800 ya se habían publicado ocho ediciones. La primera edición inglesa es de 1583; la alemana de 1597. La latina de 1598 fue profusamente ilustrada por Theodore de Bry, grabados que fueron empleados posteriormente en muchas otras ediciones, por lo que su impacto en la percepción de la Leyenda Negra fue enorme. Incluso está declarado santo por la Iglesia anglicana, la cual celebra su festividad el 20 de Julio.
Hubo también otros autores en Europa que contribuyeron a la Leyenda Negra, por ejemplo; Reinaldo González Montano (Exposición de algunas mañas de la Santa Inquisición Española, 1567), John Foxe (EI Iibro de los mártires, 1554), Guillermo de Orange (Apología, 1580) y Antonio Pérez (Relaciones, 1594).
González Montano, fue un protestante español exiliado en Londres. Su identidad real es un misterio aunque parece ser que quizá se tratara de un fraile sevillano, hermano del convento de San Isidro que huiría tras la represión de la comunidad protestante sevillana desde 1557. La obra de González Montano, escrita en latín y publicada por primera vez en Heidelberg en 1567, es un cuento de terror sobre la Inquisición, que se detiene especialmente en las torturas y tormentos. El éxito fue enorme como lo demuestran las sucesivas traducciones y ediciones de que fue objeto el libro. En Inglaterra esta obra se consideró como una advertencia y una descripción propagandística de todo lo que podría suceder en los Países Bajos.
John Foxe era un exiliado de la Inglaterra de Maria Tudor en Holanda. Su libro, escrito en inglés “Acts and Monuments” fue comúnmente llamado el “Libro de los Mártires” y tuvo enorme éxito editorial. Ha sido tal la importancia de esta obra que se ha reeditado con notable regularidad hasta 1954.

(John Foxe (1516 - 8 de abril de 1587) es recordado por ser el autor del famoso Libro de los Mártires, que es un compendio de los mártires cristianos a lo largo de la historia, con énfasis en el sufrimiento de los protestantes ingleses desde el siglo XIV hasta el reinado de María I de Inglaterra)
Las causas de esta enorme difusión se basan, entre otras razones, en el carácter ameno del libro y en el hecho de coincidir con las creencias populares; sin embargo, sorprende saber que la parte dedicada a los mártires españoles no es larga y que, además, fue añadida en una edición posterior, en 1570. La narrativa gráfica intensificaba en sus numerosos lectores el odio feroz a España y a la inquisición.
"... el trato extremo y la cruel rapiña de estos inquisidores católicos de Espana, [es tal] que, bajo el manto de la religión no buscan más que su lucro privado y su comodidad, defraudando y saqueando hábilmente de sus bienes a otros ...”
Guillermo de Orange, líder de la revuelta de Países Bajos, escribió toda una serie de proclamas y panfletos contra el gobierno de Felipe II, el más famoso fue el de "Apología", anteriormente citado. Fue un hábil propagandista capaz de poner el énfasis en aquello que sensibilizaba más a la opinión pública, como por ejemplo los abusos de los soldados, que describía con todo detalle:
“... Ias mujeres honestas y jóvenes doncellas violadas ante los ojos de sus maridos y sus padres, mientras mujeres embarazadas eran muertas en las calles por hombres que se habían entregado a toda clase de vicios antinaturales."
(Guillermo de Orange, llamado el Taciturno, gran figura de la revolución de los Países Bajos, escapó de las ejecuciones impuestas por el Duque de Alba en 1568, pero murió asesinado en 1584 posiblemente por encargo español)
No menos duras son las acusaciones que vierte contra Felipe II:
".. incestuoso, por haberse casado con una sobrina carnal; asesino, por haber matado a su esposa Isabel y a su hijo, el príncipe Don Carlos, para justificar ante el Papa la razón de Estado que imponía el nuevo matrimonio."
El libro de Orange gozó de gran difusión entre los innumerables panfletos antihispánicos que circularon profusamente en los Países Bajos y en la Inglaterra de las últimas décadas del siglo XVI y principios del XVII.
Antonio Pérez que desempeñó un papel importantísimo en la propagación de la Leyenda Negra. El célebre exsecretario de Felipe II, publicó en castellano sus “Relaciones” (1594) en Londres bajo el seudónimo de Rafael Peregrino; pese a todo, la obra tuvo mas éxito en Francia que en Inglaterra ya que existen varias ediciones en París. En España, por el contrario, no se publicó hasta mediados del siglo XIX.

(Antonio Pérez del Hierro (Valdeconcha, Guadalajara, España; 1540 – París, Francia; 7 de abril de 1611).1 fue el Secretario de Estado del Rey de España Felipe II)
Antonio Pérez, ejerció durante más de diez años una poderosa influencia sobre Felipe II. Fue alumno de las universidades de Lovaina y Salamanca y posteriormente completó sus estudios en Italia. Parece ser que sus gustos refinados y un cierto servilismo fascinaron a Felipe II, que supo valorar su habilidad para los negocios y para resolver los problemas de política exterior, cualidades que fueron adecuadamente recompensadas, de modo que Pérez acumuló una gran riqueza y un progresivo poder que le granjeó numerosos enemigos.
En las dos primeras décadas del reinado de Felipe II se destacaron dos facciones entre los consejeros y funcionarios del monarca: la capitaneada por el príncipe de Éboli y la dirigida por el duque de Alba.
Antonio Pérez se vinculo a la primera facción, tal vez debido a su supuesta relación amorosa con la famosa princesa de Éboli (aunque no parece que este hecho tenga demasiado fundamento) lo cierto es que Pérez le reveló secretos de Estado y comerció con los favores reales. Tras la destitución, en 1572, del duque de Alba y después de los acontecimientos de los Países Bajos, quedó vía libre para los de Éboli y al fallecer el príncipe en 1573, Antonio Pérez asumió el poder de este grupo y quiso interferir en la política de los Países Bajos a través del nombramiento de Escobedo, su secretario, para vigilar de cerca a don Juan de Austria, gobernador en los Países Bajos.
Sin embargo, tiempo después, comprobó que su secretario Escobedo, estaba más cerca de don Juan de lo que le hubiera gustado, lo que suponía un terrible peligro para Pérez pues Escobedo conocía perfectamente sus asuntos.
Pérez intrigó contra su secretario y llegó a convencer al Rey de la peligrosidad de Escobedo que finalmente murió asesinado en 1578. Sin embargo, tantas fueron las intrigas y maquinaciones que al final llegaron a ser de conocimiento del propio Felipe II que vio cómo había formado parte de ellas. Pérez fue detenido en 1579 y encarcelado, pero consiguió huir a Aragón, de donde era originario, en 1590. Alli, se acogió a los fueros para evitar la persecución del Rey. El tribunal de la Inquisición reclamó su extradición bajo la acusación de hereje y logró que se le encarcelara en Zaragoza, lo cual provocó una sublevación popular en defensa de los fueros que lo puso en libertad en 1591. Antonio Pérez huyó a Francia y de allí pasó a Inglaterra donde, según parece, no fue muy bien acogido. Finalmente, murió en París.
Su obra es un alegato contra Felipe ll, causa de su desgracia. Acusó al Rey de mantener relaciones amorosas con la princesa de Éboli y de la muerte de su hijo don Carlos De él afirma, entre otras cosas, que:
“No hacía distinción de personas, las envenenaba a todas sin temor de Dios ni vergüenza del hombre".
Y tampoco faltan las críticas a los castellanos:
“Pueblo maligno y perverso (...) lleno de orgullo, arrogancia, tiranía e infidelidad”
Pérez, como los otros autores citados, fueron fuentes principales de la difusión de la Leyenda Negra Española. Una leyenda que implicaba a muchos de los pueblos españoles (catalanes, castellanos etc…) y que persiguió a España durante siglos. Una leyenda basada muchas veces en tópicos creados por los enemigos de la nación más poderosa por entonces y otras veces por los mismos españoles exiliados y apartados por el poder.
“La leyenda negra es una muestra de los flujos de opinión (admiración-rechazo) que se cruzan entre sí todos los países europeos conforme se solidifican las identidades nacionales propias. España recibe críticas pero también alabanzas, y por supuesto, emite ella también juicios de valor positivos y negativos sobre otros países. La llamada leyenda negra es muy distinta si procede de países competidores (Francia o Inglaterra), de sujetos pacientes del Imperio español o de ex colaboradores (Orange, Antonio Pérez). Hay, por otra parte, una leyenda negra del Imperio en su fase ascendente que se escribe desde el resentimiento y la envidia de otros países, y otra del Imperio en su fase decadente que se escribe desde la ironía sangrante, que se regodea en el ídolo de los pies de barro.” (1)
En otras entradas veremos cómo evoluciona esta leyenda en siglos posteriores, cómo se supera la leyenda basada en tópicos mediante la investigación histórica, cómo era vista España por los mismos españoles etc…
Fuentes :
García Cárcel, Ricardo; Mateo Bretos, Lourdes (1990). “La leyenda negra”. Madrid: Altamira.
Alvar, Alfredo (1997). “La leyenda negra”. Madrid: Akal.
Molina Martínez, Miguel (1991). “La leyenda negra”. Madrid: Nerea.
Pérez, Joseph (2009). “La leyenda negra”. Gadir.
(1) Ricardo García Cárcel (Catedrático de Historia Moderna) “Leyenda negra y autocrítica”, hemeroteca ABC.