En noviembre de 1792, Francisco de Goya enferma gravemente en Sevilla con un complejo cuadro clínico: sufre de acúfenos (autoescucha de ruidos y pitidos en los oídos), vértigos, disminución de la capacidad auditiva y confusión mental, con delirios y alucinaciones.
Tal es la gravedad del cuadro que adelgaza considerablemente y entra en una profunda depresión, y en enero de 1793 escribe a su amigo Zapater diciéndole que está:
"enfermo, en cama, desde hace dos meses en la ciudad de Sevilla”.
Zapater le contestó, aludiendo a su “mala cabeza”, en referencia a una posible enfermedad venérea, dada la conocida promiscuidad del pintor.
Goya atendido por el doctor Arrieta es un cuadro de Francisco de Goya pintado en 1820 que refleja la grave enfermedad (quizá el tifus) que padeció desde noviembre de 1819 en la que fue atendido por el médico Eugenio García Arrieta.
Goya aparece autorretratado enfermo y agonizante, sostenido por detrás por el doctor Arrieta que le da a beber alguna medicina. En un fondo oscuro aparecen al fondo a la izquierda unos rostros de mujer que la crítica ha identificado con la representación de Las Parcas.
En una cartela en la parte baja del cuadro figura un epígrafe, presumiblemente autógrafo, que reza:
Goya agradecido, á su amigo Arrieta: por el acierto y esmero con qe le salvo la vida en su aguda y / peligrosa enfermedad, padecida á fines del año 1819, a los setenta y tres años de su edad. Lo pintó en 1820.
Goya aparece autorretratado enfermo y agonizante, sostenido por detrás por el doctor Arrieta que le da a beber alguna medicina. En un fondo oscuro aparecen al fondo a la izquierda unos rostros de mujer que la crítica ha identificado con la representación de Las Parcas.
En una cartela en la parte baja del cuadro figura un epígrafe, presumiblemente autógrafo, que reza:
Goya agradecido, á su amigo Arrieta: por el acierto y esmero con qe le salvo la vida en su aguda y / peligrosa enfermedad, padecida á fines del año 1819, a los setenta y tres años de su edad. Lo pintó en 1820.
Goya continúa convaleciente, y se traslada a Cádiz, a casa de su amigo Sebastián Fernández, quien, en marzo de 1793 escribe a Zapater:
“…que nuestro Goya sigue con lentitud, aunque algo repuesto. Tengo confianza en la estación y que los baños de Trillo, que tomará a su tiempo, lo restablezcan. El ruido de la cabeza y la sordera en nada han cedido, pero está mucho mejor de la vista y no tiene la turbación que tenía, que le hacía perder el equilibrio”.
En abril de 1793, a los 59 años de edad, puede regresar a Madrid, pero queda finalmente con una sordera profunda e irreversible como secuela que le acompañó hasta el final de sus días.
En cuanto a la etiología de la sordera (o cofosis) de Goya, la Otorrinolaringología de 1793 debió de barajar las siguientes probabilidades:
En cuanto a la etiología de la sordera (o cofosis) de Goya, la Otorrinolaringología de 1793 debió de barajar las siguientes probabilidades:
• La “cofosis mercurial, en aquellos casos en los que, con el uso del mercurio, se pierde el oído”
• La “cofosis venérea, en la que gálico inveterado ataca al oído”
• Y la “cofosis pletórica, propia de personas de vida sedentaria y regalada mesa, por llenura de los vasos sanguíneos de la oreja interna”
Según los conocimientos de la época, Goya padeció una “parálisis de los nervios de los oídos, de causa oscura –pletórica, luética o tóxica-, responsable de la sordera, que, a su vez, había excitado las terminaciones de los nervios auditivos, -lo que habría producido sus ruidos-, y justificado sus giros de cabeza, por el daño de los espíritus cerebrales”. Se han tenido en cuenta otras hipótesis diagnósticas, pero, en cualquier caso, la causa definitiva sigue siendo un misterio hoy en día.
La sordera de Goya era tan profunda que le obligó a renunciar a su puesto de director de pintura en la Academia de San Fernando. Se llegó a decir de él que:
"Se asusta con facilidad por el modo en que la gente irrumpe en su campo visual como caída del cielo, por el modo en que corre a su alrededor en silencioso torrente, murmura y ríe, se le acerca subrepticiamente, por detrás, y él siente su aliento en la nuca. Todos parecen burlarse de su vulnerabilidad, excepto los que son vulnerables: los lisiados, los viejos seniles, y los locos, que lo reconocen y aceptan de inmediato como uno de ellos."
Curiosidades:
» La sordera de Goya comportó que el regente Godoy impulsara la creación del primer aula para sordos en España en 1795, y en 1802 se abrió para ellos el primer colegio. Y es curioso que tuviera que ser la lesión de un pintor Real la que motivara este hecho porque el primer alfabeto para sordos lo inventó un español, Juan Pablo Bonet (1573-1632), en 1620.
» Se sabe que Goya conoció y manejó el lenguaje de los signos, a través de un grabado realizado en sepia, firmado por el autor como “Goya en Piedrahita/ año de 1812”: donde inicialmente se pensó que era un estudio pictórico sobre las manos, en realidad se ha descubierto que son las letras del alfabeto utilizado por los sordomudos :
» La sordera de Goya comportó que el regente Godoy impulsara la creación del primer aula para sordos en España en 1795, y en 1802 se abrió para ellos el primer colegio. Y es curioso que tuviera que ser la lesión de un pintor Real la que motivara este hecho porque el primer alfabeto para sordos lo inventó un español, Juan Pablo Bonet (1573-1632), en 1620.
» Se sabe que Goya conoció y manejó el lenguaje de los signos, a través de un grabado realizado en sepia, firmado por el autor como “Goya en Piedrahita/ año de 1812”: donde inicialmente se pensó que era un estudio pictórico sobre las manos, en realidad se ha descubierto que son las letras del alfabeto utilizado por los sordomudos :
Bibliografía:
- Vallés Varela H. Goya, su sordera y su tiempo. Acta Otorrinolaringol Esp 2005; 56: 122-13
Gracias por esta entrada a la colaboradora Raquel Monsalvo Arroyo, médico especialista en Medicina Interna.
Muy interesante ha sido este análisis sobre la enfermedad y sordera de Goya, que parece tuvo buena parte de culpa en su posterior forma de hacer. No conocía el cuadro del pintor con su médico. Me ha gustado.
ResponderEliminarPor cierto, no sabía de su afición a la historia naval. Me alegro de que la tenga, me ha resultado interesantísima la vida del Beagle. De haber aguantado un poco más, hoy estaría fondeado en algún puerto y usado como museo. Muchas gracias, amigo Pedro, por su comentario. A veces son tan importantes, por lo espléndidos, como el propio artículo. Muchas gracias.
O sea, que en definitiva no se sabe bien por qué era sordo. La causa definitiva sigue siendo un misterio.
ResponderEliminarNos asustamos facilmente con los ruidos, pero claro, supongo que también debe causar un gran sobresalto ver de pronto a alguien a quien no has oído llegar. Ha de ser dificil acostumbrarse.
Feliz fin de semana
Bisous
Es complicado saberlo, bella Dama, puesto que la patobiografía del pintor no aporta más datos, esto unido a los conocimientos de la época y a la escasez de instrumental clínico, complican aún más el diagnóstico.
ResponderEliminarHay autores que presumen que el síndrome que padeció el pintor fue el de Vogt-Koyanagi-Harada (fácil de recordar, jaja), caracterizado por iridociclitis bilateral, uveitis y meningoencefalitis, asociada a vitíligo, alopecia, poliosis, y sordera: en resumen, alteraciones visuales, inflamación de las meninges y del encéfalo, pérdida del pelo y sordera. Lo que pasa es que, este síndrome tiene una edad de debut anterior, y se presenta de forma progresiva, no siendo así el caso de Goya.
Espero haberla ayudado
Un saludo
Gracias a esa sordera, podemos disfrutar hoy de sus lienzos patrióticos de la Guerra de la Independencia y, sobre todo, las pinturas negras de su Quinta del Manzanares. Hay mucho misterio en la sordera y en esa especie de derrame que sufrió, que tanto le agrió el carácter. Le ocurrió en un viaje de placer a Andalucía con su amante, la duquesa de Alba. En fin, buen análisis clínico y un buen estudio del lienzo con el doctor Arrieta. Un cordial saludo.
ResponderEliminarInteresantísima entrada sobre la enfermedad del genio, y un nuevo invento patrio que desconocía, el alfabeto para sordos...una vez más se demuestra que los avances (colegio para sordos) siempre son a consecuencia de los males de los poderosos...
ResponderEliminarUn saludo.
¡Hala, pues vuelve a cumplirse lo que, no en vano, el refranero popular afirma, es decir, que no hay mal que por bien no venga...! Sorprendente el anecdotario...
ResponderEliminarY bueno, interesantísima la exposición que has hecho de la enfermedad que llevó a Goya a perder el oído. Ya me lo decía el padre Graciano, mi querido padre Graciano, madrileño de nacimiento, maño de adopción y compañero de promoción en la Academamia de Zaragoza de S.M. el Rey, por cierto, quien buscando un clima más benigno se vino a Sevilla hace décadas. No, el húmedo y frío invierno hispalense no es el que buscaba. Este año, por desgracia, de nuevo tenéis a ese entrañable franciscano en la Capital..., de algún modo, siguiendo los pasos del genial pintor de Fuendetodos, quien es posible tampoco se llevara consigo un grato recuerdo del clima de estas tierras.
Que tengas un estupendo fin de semana. Recibe un abrazo, Pedro.
Es curioso que su enfermedad coincidiese históricamente con la caída de los jacobinos en Francia. Leí hace un tiempo que Goya era un firme jacobino en sus posturas sociales y políticas y que, al margen de su enfermedad, desapareció del mapa precisamente en un momento político delicado en que en España se procedió a una cierta persecución de los partidarios de estas ideas. Goya se libró por este motivo.
ResponderEliminarPor cierto, Piedrahíta es una localidad próxima a Béjar, aunque perteneciente a la provincia de Ávila. Pertenecia al ducado de Alba y se cuenta que Goya estuvo allí documentalemente una vez, una vez muerta Cayetana, aunque otras fuentes mencionan una estancia anterior en vida de la duquesa.
Saludos
Hola Pedro:
ResponderEliminarInteresante como siempre tu entrada.
La sordera de aquellos tiempo probablemente se debía a tipo venéreo (de hecho la nombras Luética, es decir por sífilis). Entonces no había antibióticos y se curaba con mercurio (que producía asfixia a los treponemas) y más tarde con arsénico (envenenamiento de la bacteria).
El cuadro de goya enferma nunca le había visto.
Gracias por comentar en el blog. El lunes terminan estos post sobre población y habrá cosas que probablemente te interesaran. Lo de la guerra tiene un trasfondo poblacional interesante.....
Saludos
Una entrada de gran nivel. El cuadro de Goya enfermo tiene un gran valor documental en todos los aspectos.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Por si te interesa te mando este enlace de mi blog donde se puede ver que descendientes de Goya fueron propietarios del Convento de San Antonio en La Cabrera (Madrid).
ResponderEliminarUn saludo.
http://gelaguna.blogspot.com/2010/06/el-convento-de-san-antonio-en-la.html
@desdelaterraza-viajaralahistoria, me alegro de que le gustara la entrada, efectivamente la obra del autorretrato del pintor siendo curado por su médico no es muy conocida a pesar de su originalidad.
ResponderEliminarSi le interesa la historia naval le recomiendo una página fantástica, http://www.todoababor.es/
Un placer tenerle por aquí :-)
@Madame, ya ve usted lo que son las cosas, hoy en día sólo podemos sospechar el origen de su sordera. Claro que debido a ella el artista se metió en su profundo mundo dando lugar a sus maravillosas pinturas negras.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por su visita :-)
@Raquel, como siempre te agradezco tus magníficas y profesionales explicaciones, gracias a tus conocimientos historia y medicina combinan a la perfección.
ResponderEliminarUn beso :-)
@Paco, gracias por sus amables palabras, como le he comentado anteriormente a Madame, efectivamente "gracias" a esa sordera Goya se vio cada vez más aislado del mundo que le rodeaba y su prodigiosa mente empezó a fabricar las pinturas negras, obras fantásticas, originales, fuera de su tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo amigo Paco :-)
@Carolus, como usted bien comenta, parece que a veces los avances sólo se producen con los males de los famosos o los poderosos, pero al menos ahí tenemos el alfabeto para sordos inventado por un español.
ResponderEliminarUn abrazo :-)
@Jose, gracias por completar la entrada con su anécdota, verdaderamente curiosa :-))
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
@Carmen, vaya me sorprende usted con su afirmación, de ser cierta es posible que el pintor hubiera caido en desgracia o quizá se le hubiera respetado aunque apartándole como a un genio loco.
ResponderEliminarComo siempre le agradezco que complete la entrada con la anécdota de Piedrahíta.
Un cordial saludo :-)
@Manuel, gracias por sus explicaciones, es todo un privilegio contar con su opinión profesional. En cuanto a sus artículos sobre la población mundial,efectivamente me interesan mucho, sólo me falta leerme el último y le comentaré como en los otros dos.
ResponderEliminarUn saludo :-)
@Retablo de la Vida Antigua, me alegro de que le haya gustado la entrada, tengo otra preparada que espero sea de su agrado y que mañana saldrá publicada. En cuanto al cuadro de Goya enfermo, he de decirle que yo tampoco lo conocía, lo encontró nuestra colaboradora y doctora Raquel Monsalvo y me pareció de lo más original, sobre todo por la dedicatoria. Fue una bonita y original manera de darle las gracias a su médico.
ResponderEliminarUn abrazo :-)
@Jose Eduardo, interesante su enlace, no dude que lo leeré con interés. Muchas gracias por su aportación y un saludo :-)
ResponderEliminarPoco podría añadir a lo ya dicho en esta entrada, a la que he llegado por recomendación de una alumna. Tan sólo, que he dedicado unos minutos a ojear el blog y me ha encantado; por lo que, desde ahora, cuenta con un seguidor más.
ResponderEliminarLe felicito por su trabajo, muchas gracias, y un cordial saludo.
@Francisco, gracias por sus palabras y por hacerse seguidor de España Eterna, esperamos no defraudarle en entradas posteriores. Por mi parte me permito hacerme seguidor de su interesantísimo blog sobre historia y medicina, le seguiré con asiduidad.
ResponderEliminarUn saludo.
Se desconoce el origen exacto de el alfabeto dactilólogico español, la primera impresión del mismo fue en 1593, Melchor Sanchez de Yebra, y lo reconocía como comúnmente usado en Castilla en 1560. Juan Pablo Bonet en 1620 le dio el "empujon" para que se extendiese como método para alfabetizar a las personas sordas. Aunque lo cierto es que existen referencias a la existencia de diversos alfabetos anteriores y de diversos origenes en España previamente, que pudieron influir en este que con algunos cambios se sigue usando en España.
ResponderEliminarExcelente blog, tiene un seguidor más.
Gracias
@Profesor de lengua de signos española, mil gracias por su comentario y por la información que nos proporciona. Desconocía lo que pasó antes de la aparición de Juan Pablo Bonet y me parece impresionante que ya en 1593 se hiciera la primera impresión del alfabeto dactilólogico en España.
ResponderEliminarEsperamos disfrutar de sus comentarios y de sus visitas en este blog.
Un saludo.
Me ha encantado leer y aprender toda esta estapa del artista Francisco de Goya. Gracias @MariaFlip
ResponderEliminarMuy interesante! Un detalle, la ultima obra, que hace referencia al alfabeto, es decir, al dactilologico, es usado por las Personas Sordas (no es correcto el termino sordomudo) para deletrear nombres propios, palabras tecnicas o terminos concretos que carecen de signo. Una ultima anotación, con la ley del 23 de octubre de 2007 se reconoce la lengua de signos española, por lo tanto ya podemos hablar de lengua y no de lenguaje.
ResponderEliminarEs muy interesante, pero creo que le falta algo:
ResponderEliminardespués de su gran depresión Goya empieza a hacer pinturas más negras, como por ejemplo: Saturno devorando a un hijo.