sábado, 22 de enero de 2011

La Rochelle. Por primera vez se usa la artillería en los barcos.

El 22 de junio de 1372 dos escuadras se encuentran frente a frente en el gélido Atlántico, frente a un pueblecito de comerciantes y pescadores franceses llamado "La Rochelle".

Este pueblecito llevaba ya muchos años en manos de los ingleses que reclamaban su soberanía, como la del resto de Francia. Lo que ocurrió, lo que voy a contar, fue sólo un episodio más de la larga y cruenta guerra llamada de los Cien Años.

En 1369 Carlos V de Francia reanudó las hostilidades de la Guerra de los Cien Años con Inglaterra, violando así el  Tratado de Brétigny que había puesto paz entre los contendientes. En buena medida su decisión se basaba en que ahora podía contar con la ayuda de Enrique II de Castilla, quien disponía de una poderosa armada, lo cual daba a la nueva ofensiva muchas posibilidades de éxito. 

(Durante la Guerra de los Cien Años la ciudad permaneció en manos inglesas hasta que en 1372 la armada de Castilla (aliada de Francia) derrota contundentemente en sus aguas a la inglesa en la llamada Batalla de La Rochelle, facilitando así la posterior conquista franco-castellana de la plaza.)

Dicha alianza franco-castellana se remontaba a la Guerra Civil Castellana (1366 - 1369), en la que Enrique de Trastámara (futuro Enrique II), buscando contrarrestar los efectos de la coalición que con Inglaterra había formado su oponente Pedro I el Cruel (o el Justiciero según sus partidarios), firmó con Carlos V de Francia un acuerdo de cooperación militar. Según el tratado de Toledo de 20 de noviembre de 1368, Castilla debería aportar el doble de naves de las francesas en las operaciones navales conjuntas que se desarrollaran a partir de entonces.

Dentro de su estrategia de captura de plazas fuertes inglesas, el rey francés pretendía intensificar el cerco sobre La Rochelle, punto clave para el control del Ducado de Guyena, en poder de Inglaterra. Por ello solicitó la colaboración naval castellana, y Enrique II envió a tal efecto una flota al mando del almirante Ambrosio Bocanegra, sucesor en el cargo de su padre Egidio, genovés, como él.

(Enrique II Rey de Castilla 1366 – 1367, Fue el cuarto de los diez hijos extramatrimoniales de Alfonso XI el Justiciero y de doña Leonor Núñez de Guzmán Ponce de León (tataranieta de Alfonso IX de León). Producto de un embarazo gemelar, fue el primero de los hijos de la pareja en llegar a la vida adulta al igual que su hermano, al que sobrevivió)

Eduardo III de Inglaterra, consciente de la importancia de dicha plaza, se propuso defenderla a toda costa, y empleó para ello abundantes recursos en formar una armada, confiriendo el mando de ella a su yerno Juan de Hastings, conde de Pembroke. Además de los barcos de guerra iban en ella naves de transporte con hombres, material y dinero destinados a la guerra en la Guyena.

En estos años, la política naval de los Trastámaras elegirá Santander como base naval de las sucesivas armadas que se organizaron. Allí se construyeron las Reales Atarazanas, edificios de grandes proporciones en el interior de la ría de Becedo, núcleo del viejo Santander, que permitía la construcción de galeras para las armadas reales, o la invernada de hasta ocho de ellas.

Desde Santander se organizaron expediciones como las de Ruy Díaz de Rojas, Ruiz de Avendaño, o los cántabros Hurtado de Mendoza y Pero Niño, primer conde de Buelna, quien atacó Plymouth, Portland y otras ciudades, y llegó a remontar con sus naves el Támesis. Seguramente el más importante de estos hechos fue la batalla de la Rochelle o Rochela en 1372.

La batalla de La Rochelle.

El capitán de la escuadra de Castilla, Ambrosio Bocanegra, tenía bajo su mando de una flota de una veintena de galeras castellanas gobernadas por expertos y aguerridos marineros del norte de Castilla, cántabros y vascos. Por parte inglesa tenían al mando de John of Hastings, Conde de Pembroke, con unas 36 naos y carracas y 14 buques de carga y transporte.

Probablemente fue la escuadra inglesa la que llegó primero a La Rochelle. El día 21 fue avistada por la castellana, entre cuyos capitanes se encontraban, además del almirante, Fernán Ruiz Cabeza de Baca, Fernando de Peón y Ruy Díaz de Rojas (Adelantado Mayor de Guipuzcoa y jefe de las naos).

Tras unas horas de incertidumbre y acercamientos de ambas flotas, Bocanegra, se acerca lo suficiente como para tener un pequeño enfrentamiento con los ingleses y posteriormente emprendió la huida, esta retirada fue tildada de cobarde por los marineros británicos que no dudadron en mofarse a grandes voces desde sus embarcaciones, pero esto repondió a un plan premeditado, una estratagema al comprobar que era mejor esperar a que bajara la marea para que los pesados buques ingleses quedaran varados. No así las galeras que eran de poco calado.
 
(Las batallas navales son menos conocidas al ser menos frecuentes, sin embargo, también había varias batallas navales, y fueron tan sangrientas o más que las terrestres. Esta miniatura representa el momento del choque entre las escuadras castellana e inglesa)
 
De esta manera Bocanegra volvió, pero en el momento exacto en el que los buques ingleses se encontraban casi inmovilizados con las cubiertas abarrotadas de caballeros y soldados repletos de acero. Cada galera castellana remolcaba un brulote lleno de aceite y sebo ardiendo listos para ser lanzados a los ingleses llevando el caos total en la escuadra inglesa. Imaginen como acabó la cosa.

Aprovechando su inmovilidad, los castellanos lanzaron sobre los ingleses artificios de fuego (seguramente con lombardas) que estos no pudieron esquivar, produciéndose entre ellos una gran mortandad. La derrota anglosajona fue total: Todas sus naves fueron quemadas, hundidas o apresadas por el enemigo; Pembroke fue capturado, junto con 400 caballeros (por cuyo rescate se podían pedir elevadas sumas de dinero) y 8.000 soldados; y la capacidad de mantener la posesión de la ciudad, e incluso de toda la Guyena, se redujo drásticamente.

Como colofón, durante el viaje de regreso con destino a Santander, Bocanegra apresó, en torno a la latitud de Burdeos, otros cuatro barcos ingleses. El Conde de Pembroke fue hecho prisionero, y junto con sus principales caballeros fueron enviados a Burgos a presencia de Enrique II. 

(La Guerra de los Cien Años fue un prolongado conflicto armado que duró en realidad 116 años (1337-1453) entre los reyes de Francia y los de Inglaterra. Esta guerra fue de raíz feudal, pues su propósito no era otro que dirimir quién controlaría las enormes posesiones de los monarcas ingleses en territorios franceses. La batalla de la Rochelle fue un episodio más en el que intervendría el Reino de Castilla)

La derrota de La Rochelle supuso que los ingleses perdieran un importante enclave, debilitando así su posición en Francia. Castilla, por el contrario, se alzó como la potencia naval de la zona, favoreciendo así el comercio castellano de la lana con Flandes y aumentando de manera significativa la riqueza e importancia del reino.

El comercio de lana entre Inglaterra y Flandes se había interrumpido a causa de la guerra, y ahora será Castilla la que sustituya en esta actividad a la derrotada. Sus mercaderes construyeron incluso un almacén en Brujas. Los ingresos obtenidos de las exportaciones propiciaron un auge económico castellano, y Burgos se convirtió en una las ciudades más importantes de Europa Occidental.

Curiosidades : 

» En esta batalla, las naves castellanas emplean por primera vez en la Historia la artillería embarcada.

» Al hacer prisioneros el almirante de Castilla tuvo con los vencidos en esta batalla un gesto humanitario inusual en aquellos tiempos, pues era costumbre entonces degollar o arrojar al agua a todos los adversarios, aunque se hubieran rendido. Pembroke y setenta caballeros «de espuelas doradas» fueron enviados a Burgos, a la presencia del rey Enrique, quien hizo entrega al condestable francés Bertrand du Guesclin del conde rehén, quien murió más tarde durante el cautiverio.

» El alcance teórico de estas bombardas era de unos 1200 metros, y el eficaz puede suponerse entre los 250 y los 400 metros. 

» A consecuencia de esta batalla, termina el control inglés del Canal de la Mancha que pasa a manos castellanas. Las naves de Bocanegra saquean Walsingham, Wight, Dover, Rye, Portsmouth y Plymouth en el mismo año. Los puertos del Cantábrico y de Vizcaya se llenan con las presas de mercantes ingleses (ahora sin protección) realizadas por los corsarios de la Hermandad del Cantábrico. Se conquista Roche-Guyon, en el estuario del Loira, y la flota castellana ataca Londres en 1380, remontando el Támesis (rio "Artemisa" en las cronicas de la epoca) al mando de Sánchez de Tovar. Los franceses, aprovechando la falta de aprovisionamiento inglés, toman varias plazas inglesas y recobran la iniciativa en la guerra. 

Fuentes :

* Cervera Pery, José: El poder naval en los reinos hispánicos: la marina de la Edad Media, Madrid, 1992
* Condeminas, Francisco: La marina militar española, 2000
* Melero, María Jesús: La evolución y empleo del armamento a bordo de los buques entre los siglos XIV al  XIX
* Fernández Duro, Cesáreo: La marina de Castilla (cap. IX: Batalla de La Rochela), Madrid, 1995

20 comentarios:

La Dame Masquée dijo...

Al entrar me sorprendió ver que la entrada iba sobre La Rochelle, pero pronto comprendí por qué.
Menudo lio sobre el tablero de Europa, con la guerra de los cien años y la guerra civil castellana y los juegos de alianzas que de ambas se derivaban.
Interesante el dato sobre el primer uso de artillería naval, por cierto.

Feliz tarde

Bisous

Annick dijo...

Las eternas guerras entre España , Francia y Inglaterra .

Muy interesante !

Besos desde Málaga.

J. Eduardo V. G. dijo...

También entraba dentro de estos intereses el que una nieta del rey de Inglaterra Eduardo III, Catalina de Lancaster, en el fondo era la legítima heredera de la corona castellana frente a los Trástamara, por lo que luchaba su padre Juan de Gante. En fin un lío, incluso familiar de mucho cuidado que se suavizó con la boda de Catalina y el hijo de Enrique II, pura ya historia española.
Un saludo

CAROLVS II, HISPANIARVM ET INDIARVM REX dijo...

La Rochelle sería también decisivas en las guerras de religión de Francia durante el XVI y XVII, fue precisamente el último núcleo de resistencia y precisamente Richelieu y Luis XIII tuvieron que ir en personas a aquella ciudad para rendirla...

...otra curiosidad que no sé si sabías, es que ese Ambrosio Bocanegra, genovés al servio de Castilla, es el, como dicen en Italia, "capostitipe", es decir, el fundador de la nobiliaria Casa de Palma por sucesivos enlaces con la nobleza castellana. Y de esta Casa de Palma desciende el famoso Cardenal Portocarrero, responsable máximo del testamento de Carlos II en favor de Felipe V y el hombre de más poder en la corte durante los años finales de la Casa de Austria, así como regente hasta la llegada de Felipe en 1701; así como el Conde de Palma, Luis Fernández Portocarrero, primer virrey borbónico de Cataluña, y sobrino del anterior.

Saludos.

Cayetano dijo...

En efecto, es en La Guerra de los Cien Años donde se usa por primera vez y de forma general la pólvora. A partir de ahora las batallas van a hacer más "pupa".
Un saludo.

PACO HIDALGO dijo...

Toda una partida de ajedrez complicadísima fue la Guerra de los cien años, donde, como afirma Cayetano, se usa de por vez primera de forma sistemática las armas de fuego, tras traerlas los musulmanes a Europa.
Nuevamente, documentada y rigurosa entrada, narrada con encanto, a pesar de ser un tema belicista. Feliz domingo, Pedro.

Retablo de la Vida Antigua dijo...

La relación, de todo lo que usted tan bien describe, con la expansión lanera de Castilla es un asunto fundamental.

Saludos cordiales

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

Interesante episodio de una larga e intermitente guerra entre entre dinastías. Estos puertos de La Rochelle, Burdeos, y otros atlánticos, como Nantes, Honfleur o Dieppe, serían bases de flotas piratas, auténticos quebraderos de cabeza para Castilla dos siglos después. Un abrazo.

Colotordoc dijo...

Episodio que desconocía realmente.

Me paso como a Madame que me sorprendió el nombre de la entrada hasta que vi el porqué

Saludos

Interesante como siempre

Pedro de Mingo dijo...

@Madame. Fue realmente una época complicada, a la situación en Europa había que añadirle el panorama político en Castilla, guerras civiles, alianzas con diferentes casas europeas, la Reconquista etc. La Rochelle fue un episodio suelto de nuestra participación en Europa. Nosotros el problema lo teníamos en nuestras propias fronteras, un problema que tardó 800 años en resolverse.
Gracias por su visita Madame.

Pedro de Mingo dijo...

@Annick, yo diría las eternas guerras en Europa. Especialmente en esta época en que se estaban formando los núcleos de las futuras naciones europeas.
Un saludo y gracias por tu visita.

Pedro de Mingo dijo...

@Jose Eduardo, efectivamente así fue. Los lios políticos y dinásticos en esta época eran los auténticos motivos de todas las guerras que hubo. De hecho la guerra de los 100 años tuvo como origen el dilucidar quién controlaría las enormes posesiones de los monarcas ingleses en territorios franceses desde 1154, debido al ascenso al trono inglés de Enrique Plantagenet, conde de Anjou y casado con Leonor e Aquitania.
Gracias por su comentario.

Pedro de Mingo dijo...

@Carolus, parece que me lee el pensamiento, hay prevista otra entrada sobre otra de las Rochelles y que está directamente relacionada con la Historia de España. En cuanto al dato de los Bocanegra y la Casa de Parma, no tenía conocimiento del mismo y le agradezco que haya sido usted el que haya aportado el dato a la entrada para completarla. Me parece un dato muy interesante y me confirma su erudición sobre la época de Carlos II. Todo un privilegio contar con su sabiduría en este blog.
Un saludo amigo Carolus.

Pedro de Mingo dijo...

@Cayetano, efectivamente el invento de la pólvora fue llevado por vez primera a los barcos en esta batalla. Un invento que no dejaría de evolucionar el siglos posteriores con los famosos buques de Línea. Fue también España el país que llevó hasta su máximo extremo la construcción de estos buques con la creación del mayor barco jamás creado en su época, con una potencia de fuego dividida en 4 puentes, el Santísima Trinidad.
Gracias por su visita amigo.

Pedro de Mingo dijo...

@Paco, gracias por sus siempre amables palabras. No es este un tema precisamente ameno ni fácil de relatar, tampoco es un tema demasiado agradable al tratarse de una guerra de especial crueldad como esta. Lamentablemente aunque la historia "Magistra Vitae est" no parece que deje huella en el conocimiento humano sino para evolucionar en su faceta destructiva, como fue el caso de la Rochelle.
Un abrazo amigo :-)

Pedro de Mingo dijo...

@Retablo, efectivamente como bien apunta, esta guerra sería también (junto con el aumento de precio de la lana inglesa) uno de los factores que contribuyeron al floreciente comercio lanero de Castilla, el desarrollo de sus ferias, su comercio con Europa etc...
Gracias por su comentario.

Pedro de Mingo dijo...

@Desde la terraza, así es, la piratería sería una salida un tanto deshonesta de algunos paises para conseguir objetivos que de otra manera no hubieran estado a su alcance, podríamos escribir páginas y páginas sobre este tema que tanto afectó a España. Próximas entradas en España Eterna hablarán sobre este interesante tema.
gracias por su idea amigo. Un cordial saludo.

Pedro de Mingo dijo...

@Manuel, pues nada, me alegro de que la entrada haya servido para ilustrarle sobre esta época, ese es el principal objetivo de todos nuestros blogs, aprender.
Un saludo y gracias por su visita amigo Manuel.

CAROLVS II, HISPANIARVM ET INDIARVM REX dijo...

Amigo Pedro te corrijo solo para que no haya confusiones: no se refiere a la "Casa de Parma" como dices, sino a la Casa de PaLma, es decir, la de los Condes de Palma del Río, en Córdoba.

Un saludo :-)

Pedro de Mingo dijo...

Gracias Carolus, se agradece la corrección.

Un abrazo :-))

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