lunes, 18 de octubre de 2010

El baile de San Vito

En julio de 1518, una mujer conocida como Frau Troffea se adentró en una estrecha calle en Estrasburgo, Francia, y comenzó un baile que duró entre cuatro y seis días. A finales de esa semana, otras 34 personas se habían sumado a ella y en un mes ya eran 400 las que bailaban y brincaban al unísono... Para finales de ese verano, decenas de personas habían muerto de ataques al corazón, derrames cerebrales y puro agotamiento debido a ese "bailar sin parar días y días seguidos"...


Conocido como el "Baile de San Vito", durante siglos, este extraño acontecimiento, conocido también como el "baile de la peste" o la epidemia de 1518, ha dejado perplejos a los científicos que han intentado encontrar una causa para este baile espontáneo y sin sentido, incluso mortal en última instancia. El historiador John Waller, autor del libro, "Tiempo para morir: La Extraordinaria Historia de la plaga de baile de 1518" estudió la enfermedad y, al parecer, resolvió el misterio...
"Que este hecho histórico ocurrió es indiscutible", dijo Waller. Explicó que los registros históricos que documentan las muertes por “baile”, como señalaban los médicos, los sermones de la catedral, las crónicas locales y regionales, e incluso las notas emitidas por el Ayuntamiento de Estrasburgo durante el apogeo de la epidemia, no dejaban lugar a dudas de lo que allí sucedía...
"Eran simplemente temblores, agitación o convulsiones; aunque sus brazos y piernas se movían como si estuvieran bailando a propósito", dijo.

Antes de la epidemia hubo una serie de hambrunas, como resultado de amargos inviernos fríos, veranos abrasadores, las heladas y tormentas de granizo que arrasaban los cultivos..., lo que llevó a la desnutrición de muchas personas que se vieron obligadas a matar a todos los animales de sus granjas, pedir préstamos y, por último, salir a las calles pidiendo limosna...
La viruela, la sífilis, la lepra, e incluso una nueva enfermedad conocida como "el sudor Inglés" se extendió por toda la zona. Una de las teorías era que podía ser causado por el Cornezuelo de Centeno, pero rápidamente la descartaron.

Las cuestiones culturales influyeron en este comportamiento colectivo; como las supersticiones existentes, los miedos y las creencias que rodeaban el entorno social... Todo esto era un excelente caldo de cultivo para que se iniciara este tipo de inconsciente acción colectiva. Al parecer, no era ni más ni menos que un estado de trance involuntario, alimentado por el estrés psicológico, cuyo resultado lo podemos ver en que afectó solamente a los grupos sujetos a graves dificultades sociales y económicas...
Hubo al menos otros siete brotes de la epidemia de baile que tuvieron lugar en la Europa medieval, sobre todo en los alrededores de Estrasburgo. En la historia más reciente, se produjo un brote importante en Madagascar en la década de 1840, en los que "la gente bailaba salvajemente, en un estado de trance, convencidos de que estaban poseídos por espíritus"


Aunque quizás el caso más extraño documentado de enfermedad masiva fue la epidemia de risa Tanganica de 1962. Un artículo publicado al año siguiente en el Diario de Medicina de África Central describió lo que pasó:
Como resultado de una broma entre los estudiantes en un internado de Tanzania, las jóvenes se echaron a reír incontroladamente. Al principio hubo arranques de risa, y luego se extendieron por horas y días...
Las víctimas, casi todas mujeres, sufrían dolores, desmayos, problemas respiratorios, erupciones cutáneas y ataques de llanto; todo los síntomas relacionados con la risa histérica. Demostrando el viejo adagio de que la risa puede ser contagiosa, la epidemia se propagó a los padres de los estudiantes, así como a otras escuelas y las aldeas circundantes. Dieciocho meses pasaron antes de que la epidemia de risa terminase...

La plaga del baile nos dice mucho sobre el el extraordinario “sobrenaturalismo”  que habitaba en la Edad Media, pero también revela los extremos a que el miedo y la irracionalidad nos puede llevar. Y la verdad es que, hay pocas cosas que nos sorprendan ya de la mente humana...

En la actualidad, se sabe que "el baile de San Vito" o "corea de Sydenham" es un proceso autoinmune de origen infeccioso, y se debe a una reacción inflamatoria tardía de los vasos del sitstema nervioso a la fiebre reumática, producida por la bacteria Streptococcus pyogenes, y que característicamente, también afecta a las válvulas cardiacas, articulaciones y a la función renal. No debe confundirse con el "corea de Huntington", que es una enfermedad hereditaria e incurable en el momento actual. El "baile de San Vito" es ahora una afección muy poco frecuente, dado el uso precoz del tratamiento antibiótico, y el pronóstico suele ser bueno en el plazo de unos meses.

En cuanto al curioso nombre de esta enfermedad, se debe a que los pacientes se ponían bajo la advocación de San Vito, que es un Santo Auxiliador. Si el mal no remitía, los afectados eran acusados de estar poseídos, y muchos terminaron en la hoguera

Fuente: Discovery Channel
y Dra. Monsalvo (Especialista en Medicina Interna)

2 comentarios:

Raquel dijo...

He de decir, a favor de la Wikipedia, que la exploración de los signos de esta enfermedad viene bastante bien explicada. Os los copio aquí:
Existen pruebas específicas para la corea de Sydenham:

* Se le solicita al paciente que saque la lengua. Si la lengua, en vez de permanecer fuera de la boca, entra y sale rápidamente como la de las serpientes, es signo claro de corea.[2] [6]
* Otro síntoma típico es el "signo del ordeñador". Se le ordena al paciente que tome las manos del examinador y que ejerza presión constante. Si no es capaz de hacerlo, y en lugar de ello las manos se abren y cierran como si estuviese ordeñando una vaca, se considera positivo.[2]
* Se le pedirá que extienda el brazo frente a él con la palma hacia adelante, como un policía detiene el tránsito. Si hay corea, será extremadamente visible en esa posición.[6]
* Se buscarán signos de atetosis, rigidez o temblores.
* Se analizará la marcha del paciente. Al pedirle que camine, el coreico cambiará bruscamente la posición del tronco y ladeará la cabeza a cada paso. El movimiento de las piernas será lento, torpe y trabajoso, a causa de las contracciones y posturas involuntarias que se superponen a los movimientos que él inicia conscientemente para desplazarse. Las piernas se detienen brevemente en el aire a cada paso (por culpa de una contracción involuntaria a mitad del movimiento), confiriendo a la marcha coreoatetósica una extraña y distintiva cualidad "danzante"

Pedro de Mingo dijo...

Gracias por tu aportación Raquel, espero que colabores con el blog añadiendo tu sabiduría médica a los artículos que se publiquen.
Un saludo.

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