En lo más duro del combate, el Rey Sancho de Navarra y parte de sus caballeros, consiguieron romper el infranqueable muro de esclavos y lanzas, rompió las cadenas que rodeaban la tienda, desde entonces y hasta hoy en día esas serían las cadenas que representan el escudo de Navarra. En este caos de sangre y destrucción el califa pudo junto a algunos de sus más leales hombres emprender la huida hacia Baeza, abandonando a sus propias tropas.
(Magnífico tapiz que representa el momento álgido de la batalla de las Navas de Tolosa, cuando el rey de Navarra rompe el muro de la temible guardia negra formada por esclavos unidos entre si mediante cadenas. Merece la pena pinchar sobre la imagen para ampliarla)
Con la huida del califa empezó una verdadera masacre que terminó al caer la noche. El degüello dentro de la empalizada del califa fue terrible. El hacinamiento de defensores y atacantes en este punto y la conciencia de estar dilucidando la suerte suprema de la batalla, espolearía el desesperado valor de unos y otros. En las Navas, los arqueros musulmanes, principal y temible enemigo de los caballeros, sobre todo por la vulnerabilidad de sus caballos, no podrían actuar debidamente cogidos ellos mismos en medio del tumulto. La carnicería en aquella colina fue tal que después de la batalla, los caballos apenas podían circular por ella, de tantos cadáveres como había amontonados. El ejército de Al-Nasir se desintegró. En la terrible confusión cada cual buscó su propia salvación en la huida, incluido el propio califa.
(Fragmento de eslabones de cadenas que unian el ejército de esclavos en Las Navas de Tolosa conservados en la sala capitular de la Colegiata de Santa María de Roncesvalles, en la capilla de San Agustín donde se guardan los restos de Sancho el Fuerte)
Los cristianos dieron caza sin piedad a los musulmanes fugitivos, hasta el propio Rey Alfonso VIII al escribir al papa dijo :
"Matamos más durante la persecución que durante la batalla"
Los cristianos dieron caza sin piedad a los musulmanes fugitivos, hasta el propio Rey Alfonso VIII al escribir al papa dijo :
"Matamos más durante la persecución que durante la batalla"
(Pendón de las Navas de Tolosa. Es un rico tapiz almohade, tejido en oro y plata sobre seda, que estaba en la tienda del califa, se conserva en el Monasterio de las Huelgas Reales en Burgos)
Consecuencias :
Pocos días después de la batalla y sin apenas resistencia, los cristianos entraban ya en Andalucía, entraban en Vilches, Baeza fue incendiada y Úbeda fue tomada al asalto por las tropas de Aragón convirtiéndola en un montón de ruinas humeantes. Posteriormente el Rey de Castilla abandonaba Sierra Morena. La Reconquista se ponía, tras más de 500 años, del lado de los reinos cristianos, pero todavía faltaban casi 300 años de lucha para llegar al final de esta epopeya que duró 800 años. Esta batalla definió el inicio de la superioridad militar, económica y política de los reinos cristianos y marcó definitivamente el inicio de la decadencia de la civilización árabe en la Peninsula Ibérica.
La unión de los reinos cristianos de la Península logró una vistoria sin paliativos sobre el Imperio Almohade, a partir de este momento se produjo el momento de inflexión en la Reconquista, la balanza se inclinó a favor de los cristianos 500 años después de la invasión musulmana)
Me permito poner en estas páginas de España Eterna el relato que Arturo Pérez Reverte hizo sobre este acontecimiento de vital importancia para la historia de España.
"En el cerro de los Olivares, cerca de Santa Elena, los cristianos dieron el asalto ladera arriba bajo una lluvia de flechas de los temibles arcos almohades, intentando alcanzar el palenque fortificado donde Al Nasir, que sentado sobre un escudo leía el Corán, o hacía el paripé de leerlo -imagino que tendría otras cosas en la cabeza-, había plantado su famosa tienda roja. La vanguardia cristiana, mandada por el vasco Diego López de Haro, con jinetes e infantes castellanos, aragoneses y navarros, deshizo la primera línea enemiga y quedó frenada en sangriento combate con la segunda. Milicias como la de Madrid fueron casi aniquiladas tras luchar igual que leones de la Metro Goldwyn Mayer. Atacó entonces la segunda oleada, con los veteranos caballeros de las órdenes militares como núcleo duro, sin lograr romper tampoco la resistencia moruna. La situación empezaba a ser crítica para los nuestros que, imposibilitados de maniobrar, ya no peleaban por la victoria, sino por la vida. Junto a López de Haro, a quien sólo quedaban cuarenta jinetes de sus quinientos, los caballeros templarios, calatravos y santiaguistas, revueltos con amigos y enemigos, se batían como gato panza arriba. Fue entonces cuando el rey Alfonso, visto el panorama, desenvainó la espada, hizo ondear su pendón, se puso al frente de la línea de reserva, tragó saliva y volviéndose al arzobispo Jiménez de Rada gritó:
«Aquí, señor obispo, morimos todos».
Luego, picando espuelas, cabalgó hacia el enemigo. Los reyes de Aragón y de Navarra, viendo a su colega, hicieron lo mismo. Con vergüenza torera y un par de huevos, ondearon sus pendones y fueron a la carga espada en mano. El resto es Historia:
Tres reyes españoles cabalgando juntos por las lomas de Las Navas, con la exhausta infantería gritando de entusiasmo mientras abría sus filas para dejarles paso. Y el combate final en torno al palenque, con la huida de Al Nasir, el degüello y la victoria. "
(Arturo Pérez Reverte)
(Monumento a la Batalla de Las Navas de Tolosa en la Carolina, Jaén)
Curiosidades :
»La batalla de las Navas de Tolosa contribuyó nuevamente al desmembramiento de Al-Ándalus en reinos de Taifas, lo que favoreció que fuesen cayendo uno tras otro ante el empuje cristiano, hasta quedar como último vestigio musulmán el reino de Granada (actuales provincias españolas de Granada, Málaga y Almería), gobernado por la dinastía nazarí. El reino sobreviviría precariamente hasta que Boabdil “el Chico”, último rey musulmán español, entregó las llaves del reino a los Reyes Católicos y se retiró a África. Era el 2 de febrero de 1492.
»Actualmente existe un museo en el mismo lugar donde se desarrolló la batalla, más información en : http://www.dipujaen.es/microsites/museo_navas_tolosa/el_museo.html
»La precipitada huida del califa del campo de batalla proporcionó a los cristianos un ingente botín de guerra. De este botín se conserva la bandera o pendón de Las Navas en el Monasterio de Las Huelgas en Burgos. Se considera el mejor tapiz almohade de los que hay actualmente en España.
»Cuando Carlos III colonizó estas tierras siglos después, fundó La Carolina y una aldea dependiente de ella, llamada «Venta de Linares» por existir allí dicha venta. Posteriormente se le cambió el nombre inicial por el de «Navas de Tolosa» en honor a la célebre batalla, hecho que ha creado confusión, frecuentemente, en la situación del lugar auténtico de celebración de la batalla.
»Los trofeos de la Batalla de Las Navas de Tolosa se encuentran en la iglesia de San Miguel Arcángel de Vilches y están compuestos por la Cruz del Arzobispo D. Rodrigo Ximénez de Rada, una bandera, una lanza de los soldados que custodiaban al califa y la casulla con que el arzobispo ofreció misa el mismo día de la batalla. Actualmente están expuestos en esta iglesia para que puedan ser visitados sin ningún tipo de problema.
»La fortaleza de Calatrava la Nueva, cerca de Almagro, fue construida por los Caballeros de la Orden de Calatrava, utilizando prisioneros musulmanes de la batalla de Las Navas de Tolosa, de 1213 a 1217.
»En el Monasterio de Santa María de Huerta, en la provincia de Soria, se conserva una imagen románica de la Virgen que según la tradición es la que llevaba en su silla de montar Ximénez de Rada en la batalla de las Navas de Tolosa. El maravilloso receptorio, único en el mundo, de este monasterio se construyó en agradecimiento a la victoria en las Navas de Tolosa.
Fin.
13 comentarios:
Interesantísima serie de entradas amigo, el espectáculo debió ser dantesco con tanto muerto esparcido por el suelo, desde luego que los cristianos se cebaron y no dejaron títere con cabeza, se ve que había un odio concentrado desde hace tiempo, pero hay que ver las cosas con perspectiva histórica...espectacular Reverte, como siempre,...habrá que ir a ver esos restos de la batalla que comentas y que no conocía.
Un saludo.
Monsieur, qué apasionante su descripción de la batalla. No tiene nada que envidiar a la de Perez Reverte. Si es que parece que estaba usted alli!
Me ha gustado mucho esta entrada.
Feliz fin de semana
Bisous
He seguido su recomendación. Es verdad el tapiz es impresinante, camello incluido.
Estupendo relato. Coincido con nuestra dama enmascarada, luce perfectamente bien al lado de autor consagrado.
Y sobre la victoria, es la raza española la que hizo gritar a Alfonso VIII eso de muramos todos. Como tiempo después el alcalde de Móstoles, o el general Prim en Castillejos.
Da gusto venir por tu blog. Un abrazo.
Y después de leer detalladamente sus letras y el relato de Pérez- Reverte nos sorprende con las curiosidades que rodearon la batalla a través de la Historia y los restos materiales que sobrevivieron. Debe ser una maravilla visitar Vilches y poder contemplar los tesoros que allí se guardan. Me lo apuntaré para un posible viaje por la zona.
Saludos
Yo lo puedo disfrutar mas que casi cualquier otro, ya que no solo tengo el placer de la lectura, si no de oirte explicando los detalles y las curiosidades...
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios, no merezco tanto, con que hayais pasado un rato entretenido me doy por conforme.
@Carolus, efectivamente tuvo que ser un escenario dantesco, como el que desgraciadamente crea cualquier guerra. Supongo que los cristianos no se habían visto en otra como aquella frente a sus eternos enemigos, claro que muchas otras veces les tocó perder e imagino que caudillos como Almanzor tampoco dejaron títere con cabeza. Gracias por tu visita amigo.
@Madame, gracias por la comparación, aunque me halaga más el hecho de que la haga usted a que me compare con Pérez Reverte. Porque sinceramente a él tengo que esperarle mucho tiempo hasta que saca un libro y a usted la leo a diario.
Gracias y un abrazo :-)
@Desdelaterraza, cuánta razón tiene en su afirmación, conozco pocos reyes que se batieran ellos mismos en la batalla. Los reyes españoles aquí se jugaron el cuello, si llegan a ser derrotados la mitad de las monarquías españolas se habrían quedado viudas. Y no está sólo este ejemplo, tenemos al Rey de Aragón en la batalla de Muret pocos años después donde murió peleando. Como bien dice usted quizás sea la raza española. Gracias por su visita :-)
@CarmenBéjar, tienes toda la razón me encantaría visitar Vilches y sobretodo el monumento a las Navas de Tolosa que hay en Jaén y del que adjunto una foto en mi entrada, por lo que parece es impresionante, así que yo también me lo apunto como futura visita.
Gracias por tu comentario, un abrazo :-))
@Valier, pobre amigo mio, debes estar hasta el gorro de que te cuente en persona las batallitas día tras día. Lo mejor de todo es que te estoy aficionando a la Historia y me estás ayudando con algunas entradas.
Un abrazo :-))
Ni el mago mas mago puede convertir el pan en pan, amigo... yo ya era aficionado a la Historia, pero con muchas lagunas...
Pufff, tremendo, sólo puedo decir:
Una época oscura la medieval
dónde las crónicas suelen hablar
de unos hombres de hierro de gran valor
que luchaban sin trugua por su señor.
Sangre y metal amigo.
Amigo Sareo, qué buenos recuerdos me trae esa letra y donde se compuso.
Gracias por darte una vuelta por aquí.
Un abrazo :-))
Es una entrada interesantísima y para mí especialmente pues todos esos paisajes de las Navas, Santa Elena, Vilches y La Carolina son muy conocidos por mí. Hay mucho pasado en esas dehesas y encinares.
Reciba usted un cordial saludo de su lector.
Hola Pedro:
Gracias por sus palabras en el E-mail.
La plantilla es lo de menos. Es pública. Tonto sería molestarse.
He leído esta parte de la batalla me falta las otras.
Puede pasarse la veces que quiera por mi Chateau a tomarse un café
Saludos
Excelente remate para la gran batalla, que fue la que abrió la puerta a la conquista del Valle del Guadalquivir y todo el sur de España. Si que tuvo que ser sangrienta la caza de los huidos musulmanes, para haber más bajas que en plena batalla. Me gustaria conocer ese museo que apuntas; queda anotado. Un cordialísimo saludo.
@Retablo de la Vida Antigua: gracias por tu visita. No conozco nada esa zona, pero a juzgar por lo que voy leyendo y aprendiendo es un rincón con mucha historia. Si conoce alguna historia, anécdota o lo que sea digno de conocerse estaré encantado de leerlo en su blog y hacer una visita.
Un saludo :-)
@Manuel, Gracias por la invitación,, tenga por seguro que me pasaré por su chateau a tomarse ese café asiduamente.
Un saludo :-)
@Paco, a mi también me gustaría conocer ese museo, y el monumento a la batalla. A ver si mejora un poquito el tiempo y me harto de hacer fotos.
Un saludo y gracias por su visita :-)
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