jueves, 23 de diciembre de 2010

La Reina Mariana de Austria, la eterna viuda vista a través de sus retratos.


376 aniversario del nacimiento de la Reina Mariana de Austria.

Mariana de Austria nació en Neustad el 21 de diciembre de 1634, destinada a ser esposa del príncipe Baltasar Carlos, su primo carnal. Pero al morir éste en 1646, su tío Felipe IV, viudo de Isabel de Borbón desde dos años antes (1644), decidió casarse con su sobrina, pese a la enorme diferencia de edades (el rey, nacido en 1604, tenía más de cuarenta años y ella menos de quince), para conservar la hegemonía familiar en Europa.

Mariana en esta época es una mujer alegre, amiga de lujos y diversiones, pero con el paso de los años la rígida etiqueta de la corte, va amargando su carácter, quizás por eso vemos tantas diferencias entre sus primeros retratos de cortesana y sus últimos vestida de negro riguroso con el hábito de monja. No sólo contribuyó, en mi opinión, la austeridad y rigidez de la Corte española, sino también el peso político que posteriormente recaería sobre ella.

(Felipe IV de Austria (8 de abril de 1605 – 17 de septiembre de 1665), llamado el Grande o el Rey Planeta, fue rey de España desde el 31 de marzo de 1621 hasta su muerte. Su reinado de 44 años y 170 días fue el más largo de la casa de Habsburgo y el tercero de la historia española, siendo superado sólo por Felipe V y Alfonso XIII)

Durante todo el periodo en que la casa de Habsburgo fue propietaria de la corona española, siempre estuvo en manos de un varón, el rey siempre fue el centro de poder a pesar de los diferentes ministros o validos que en algún momento llevaron el peso de la Monarquía Hispánica.

Una excepción notable a esta afirmación sería Mariana de Austria, esposa del fallecido Felipe IV y madre del futuro rey Carlos II el último de los Austrias, ejerció la regencia de la corona y por tanto el poder durante la minoría de edad de su hijo Carlos.

Su imágen pública fue cambiando de forma radical durante toda su vida, de la misma manera que cambiaron sus funciones, de esposa del rey a reina regente del reino.

Esto es claramente visible en los retratos que voy a comentar ya que Mariana de Austria tuvo que inventar su función, como digo hasta entonces desconocida, y su imagen, ambas cosas serán palpables en su representación pública y en sus retratos.

Este retrato se realizó entre 1652 y 1653, el autor es Diego Velázquez y está considerado como uno de los mejores entre los realizados por este gran pintor. 
Esta obra es la original del Museo del Prado, pero hay réplicas en París y Viena, así como piezas de taller en Kansas City y Saratosa. Es la más famosa de las efigies de la soberana antes de su viudez
Pincha sobre la imagen para ampliarla.

Se trata de un retrato oficial, con un traje de Corte siguiendo la moda de su tiempo, mientras que la figura presenta un aire distante. La reina, rubia y de blanquísima piel presenta los característicos rasgos de la familia. Enrique Lafuente Ferrari, gran historiador del arte nos ilustra con este comentario :

"Esta niña, en la edad de los juegos y de las risas quedó aprisionada en el protocolo que parece simbolizado por el monstruoso vestido barroco que la moda impuso durante largos años al atuendo femenino; era el llamado "guardainfante", artefacto en el que la falda se hincha, sostenida artificialmente por una armadura interior. Velázquez, mago del color, sabe sacar partido en este cuadro de tan absurdas formas. Viste la reina traje de terciopelo negro, rico y profusamente galoneado de plata, armonía que tanto se presta a las sobrias severidades de la paleta de Velázquez. Sobre la valona llamada cariñana, ricas joyas de oro y broche de espléndida pedrería; oro lleva también en las pulseras que destacan sobre la sedosa mano blanquecina casi infantil; en la izquierda tiene un gran pañuelo de batista que anima con los blancos y los grises de sus sombras el fondo negro de su basquina. No menos barroco es el peinado de cocas que forma como un marco en torno a su cabeza aniñada; el rubio de los cabellos se orna con una gran pluma de avestruz. El corto brazo de la real dama se apoya extendido sobre el respaldo de un sillón de clavos dorados; una gran cortina carminosa cae sobre él, al fondo y, para dar una suficiente referencia al espacio en penumbra, un reloj dorado sobre un bufetillo cubierto de paño carmín. Es una obra maestra dentro de los retratos velazqueños del Prado."

El sillón sobre el que apoya su mano derecha tiene su simbolismo, es el sillón al que Mariana tiene derecho por su categoría de reina. El reloj dorado en forma de torre que aparece en la parte de atrás indica la exactitud en el cumplimiento de sus deberes. La postura de la modelo y la pincelada suelta empleada por el maestro son características de esta etapa velazqueña, obteniéndose un retrato sencillo pero a la vez elegante y majestuoso. 

 Diego Saavedra Fajardo comenta sobre el reloj : Obran en el relox las ruedas con tan mudo y oculto silencio, que ni se ven ni se oyen. Y, aunque dellas pende todo el artificio, no le atribuyen a sí, antes consultan a la mano su movimiento, y ella sola distingue y señala las hora, mostrándose al pueblo autora de sus puntos. Este concierto y correspondencia se ha de hallar entre el príncipe y sus consejeros.

El rostro excesivamente maquillado, en el que centra su atención el pintor, marca el gesto triste que acompañaría a esta mujer durante toda su vida, al no sentirse cómoda en la corte española, cuya rígida etiqueta era difícil de soportar para las soberanas. El lienzo formaba pareja con el retrato de Felipe IV con un león a los pies, también en el Museo del Prado. 


Este retrato bajo mi punto de vista tiene un especial interés pues está cargado de simbolismo, dejadme que os explique por qué :

En esta época el papel de la mujer está claramente delimitado incluso para la reina, podemos definir el estado de doncella, el de esposa y el de viuda. Cada uno de estos estados va acompañado de una manera de vestir, es una manera de ser indentificado socialmente.

En este retrato la reina aparece vestida con un hábito religioso, representando así su estado de viuda. Con respecto a la viudedad, el padre Astete comentó :

"[...] es un estado intermedio entre la virginidad y el matrimonio. Participa de los dos, en la continencia del estado de la virginidad y en el gobierno de su casa del estado del matrimonio. Es más perfecto quedar viuda y no volver a casar [...] La mujer viuda debe olvidar su vida matrimonial y entregarse en soledad a la castidad, al ayuno, a la oración y a la limosna: en el momento de enviudar pasa a ser esposa de Dios. El hábito negro ayuda a mantener la castidad y las costumbres ejemplares. [...]  el vestido exterior muestre el anima interior [...] la viuda debe dejar todos los trajes que llevaba siendo casada porque un hábito quiere el hombre que traiga su mujer y otro quiere y de otra calidad que traiga la esposa de Jesucristo"

De esta manera, en este retrato, la reina viste como cualquier viuda de la nobleza, es decir de religiosa, sin mostrar un solo cabello ni un solo adorno, en completa austeridad. Este hábito es el recordatorio de su difunto esposo Felipe IV y sirve también para recordar al espectador del lienzo que sus negras vestiduras se deben al poder legítimo que ha recibido para regentar.

El valor simbólico de los hábitos de viuda es muy grande, Tirso de Molina en "La prudencia en la mujer" afirmaba que :

[...], en viudez llorosa,
la mujer más ordinaria
al más injusto marido
respeto le guarda un año
[...]
Las tocas son, en efecto,
como la barba en el hombre
autoridad y respeto.

El único elemento destacado dentro de la sobriedad del vestido de la reina, es su anillo. Posiblemente es la alianza matrimonial de Felipe IV, lo que reviste también de autoridad a su figura como depositaria legítima del poder del rey fallecido, como así lo expresara en su testamento.

Resulta también llamativa la austeridad que rodea a la figura de la reina, sin apenas elementos decorativos. Pero parce ser que es costumbre de la época como comentó alguna vez Madame de D'Aulnoy

"[...]las mujeres deben llorar al marido muerto y estar el primer año de luto en una habitación tapizada de negro, donde no se deje entrar un rayo de sol". [...]Pasan pasado el año a otra habitación cuyas paredes tienen tapices algo más claros, pero sin pinturas ni espejos, de los que no hacen uso las viudas, como tampoco de los servicios de plata ni de los muebles de lujo; es preciso que vivan tan retiradas como si perteneciesen a otro mundo".

Probablemente, este es el motivo de que Mariana de Austria a pesar de estar sentada en el célebre Salón de los Espejos del Alcázar de Madrid, no haya nada característico y ningún ornamento a su alrededor.

Mariana mostrando esta imagen, busca su lugar. Como viuda, su vida civil ha concluido pero, como reina su papel no ha hecho sino comenzar, así lo quiso el mismo Felipe IV en su testamento :

"[...] Y no reservo de la facultad que como a tutora, cuidadora y gobernadora le compitiere nada de lo que a mi me toca: aunque sea hacer leyes, de nuevo, o retocarlas, porque si para eso fuera menester, le doy grande poder (que) en mi reside para todo lo necesario y conveniente [...] y haga y obre a su voluntad en cuanto conviene y fuera menester."

El único elemento apreciable claramente en el cuadro es la silla de la reina, el hecho de aparecer sentada le da al retrato un aire de autoridad. Según costumbre de la época, las mujeres solían sentarse o bien en el suelo o bien sobre un almohadón cruzando las piernas según costumbre morisca, excepto en algunas ocasiones como podía ser las comidas. El hecho de que la reina no aparezca de esta guisa quiere decir que está realizando tareas de gobierno.
 

Al fondo se aprecia una mesa de mármol y encima dos espejos sostenidos por águilas de bronce. Las águilas tienen su significado pues indican poder, realeza y son además símbolos de la dinastía Habsburgo. 

En alguno de estos retratos típicos de la reina Mariana de Austria apreciamos también un cuadro por el que tenía especial predilección, se trata de la obra de Tintoretto «Judith y Holofernes» que simboliza las virtudes de la reina.

 Judit y Holofernes de Tintoretto realizado sobre 1550

Este personaje bíblico es una mujer de fuerza y virtud, modelo a seguir por una viuda como Mariana de Austria, penitencia, sabiduría, fortaleza, honestidad. (Se decía que Judit era viuda, hermosa, que nunca nadie se le oponía ni estaba contra ella. Siempre se vestía con el hábito de penitencia a menudo estaba de ayunas, y su marido le había dejado mucho dinero, por lo cual era rica)

Por tanto la reina, siguiendo el ejemplo de Judith, debía poseer las virtudes antes mencionadas, muchas de ellas atribuidas siempre al género masculino y que ahora ella misma debía de asumir. San Atanasio decía :

"[...] despójate de la mente y del sentir femenino y revístete de robustez y virilidad.
Porque en el reino de los cielos no hay aceptación de hembra o varón, sino que
todas las mujeres que con su santa vida han logrado agradar al Señor ocupan los
puestos de los hombres"


Carreño realizaría dieciséis retratos, los de Mariana de Austria siempre van a seguir este mismo prototipo con ligeras variaciones, siempre siguiendo el modelo del anterior pintor de cámara, Juan Bautista del Mazo.

Aunque el periodo de luto concluyó y Carlos II se hizo cargo del gobierno (o más bien sus consejeros y su madre), Mariana de Austria siguió llevando su hábito negro, como muestra de lealtad a su marido y así seguiría hasta su muerte, el 16 de mayo de 1696.

*A petición de Su Majestad Carlos II y su blog el Reinado de Carlos II y en conmemoración del nacimiento de la reina regente Mariana de Austria

Gracias a algunas de las fuentes que he utilizado : 

* Maura, Gabriel: "Vida y Reinado de Carlos II". Madrid, 1990.
* Llorente, Mercedes : "Imagen y autoridad en una regencia:Los retratos de Mariana de Austria y los límites del poder". Universidad Autónoma de Madrid, 2006
*López Alonso, Antonio: "Carlos II, El Hechizado". Madrid, 2003.

19 comentarios:

CAROLVS II, HISPANIARVM ET INDIARVM REX dijo...

Amigo en primer lugar gracias por colaborar, en segundo excelente entrada. me alegra que hayas utilizado como fuente a la profesora Mercedes Llorente (yo también lo hice en alguna entrada para explicar el simbolismo de la Regencia)...los cuadros de Carreño, tanto de Mariana, don Juan o Carlos II están cargados de simbolismo del poder regio. Te recomiendo la obra de Pascual Chenel si te interesa el tema: "El retrato de estado durante el reinado de Carlos II. Imagen y propaganda".

Un saludo.

PACO HIDALGO dijo...

Amigo Pedro, sólo tengo que decirte que me quedo maravillado con tu entrada. Yo he presentado los retratos oficiales de la reina, pero tu has hecho unos soberbios análisis de algunos de ellos, explicando y justificando el simbolismo y la temática de éstos. Me guardo tu entrada, por supuesto. Feliz navidad y todos los parabienes posibles para el año entrante. Un abrazo.

La Dame Masquée dijo...

A mí me da mucha lastima la pobre Mariana, monsieur. Fijese en el cuadro de jovencita que pintó Velazquez. Parece que está viva, y que se va a echar a llorar de un momento a otro. Ya entonces tenía esa expresión, y no me extraña.

Increible su entrada, monsieur, repasando el personaje a traves de los retratos. Una gran idea.

feliz dia

Bisous

Jose Antonio dijo...

Descubrir a esta dama por sus retratos es una forma apasionante de entender la historia.

Un placer aprender contigo y Feliz Navidad.

Un abrazo.

Cayetano dijo...

Interesante aportación. Una niña a la que se le privó de lo mejor que tiene la vida: los juegos, la pubertad, la adolescencia, el enamoramiento... Así tenía la pobre esa mirada triste. Pasó de niña a reina responsable y más tarde a viuda regente.
Un saludo.

Retablo de la Vida Antigua dijo...

Enhorabuena por su riguroso trabajo. En concreto lo relativo al simbolismo del reloj me parece fundamental para la interpretación de la cosmovisión barroca.

Un cordial saludo.

J. Eduardo V. G. dijo...

Hola Pedro, me ha gustado mucho tu entrada, a través de los cuadros has retratado perfectamnete el alma de la reina que al igual que su antepasado Carlos I, de haber nacido en el extranjero, llegaron a imbuirse del espíritu castellano de la época.
Es la primera vez que te hago un comentario pero ya nos habíamos cruzado en comentarios de otros blogs, me hago seguidor.
Saludos cordiales.

Ccasconm dijo...

me ha parecido sumamente interesante el análisis y comparación entre estos dos retratos que podrían resumir por si solos la vida de Mariana de Austria: el primero su matrimonio y juventud, en su papel de reina consorte y vientre al servicio del reino; el segundo de su cometido como viuda y regente de España, al servicio de la corona de nuevo. Porque entre ambos existe esa común característica.

Saludos y feliz navidad

Colotordoc dijo...

Interesante comparación Pedro. Los retratos entonces, como ahora la fotagrafía muestra unpoco el alma de quien aparece en ellos.

Feliz Navidad. Hasta el domingo estaré en silencio

Pedro de Mingo dijo...

@Carolus, ha sido un placer participar en su iniciativa, no sólo por colaborar con su estupendo blog sino también por dar a conocer esta figura tan importante de nuestra historia, pionera en muchos aspectos en nuestra política.
Me pareció interesante hacer un seguimiento de Mariana de Austria a través de dos de sus retratos. Efectivamente hubiera dado para hacer varias entradas pues Velázquez y Carreño fueron pintores que cargaban sus obras de simbolismo. Especialmente he leido algún estudio del retrato de Mariana de Austria de Velázquez y sus relaciones con mil símbolos ocultos relacionados con la cábala. Realmente increible.
Gracias por su visita y un fuerte abrazo.

@Paco Hidalgo, gracias por sus palabras. Debo decirle que su entrada me ha parecido sorprendente y didáctica a la vez, si bien los dos hemos querido enfocar a esta figura a través de sus retratos, usted lo ha hecho con una visión a lo largo de la historia dejándonos ver la riqueza que esta figura ha dejado en nuestra cultura. Sin duda una idea muy original e instructiva pues pocos conocemos la figura de Mariana de Austria más allá de los retratos de los pintores de cámara.
Reciba un cordial saludo :-)

@Madame, creo como usted que no debió de ser plato de buen gusto vivir las experiencias que vivió Mariana de Austria, con tantas responsabilidades desde jóven, con tan poco tiempo para disfrutar de nada y posteriormente el enorme peso que tuvo que cargar sobre sus espaldas ante la minoría de edad del rey y la muerte de su marido. Muchos historiadores hacen referencia a su ansia de poder, pero realmente habría que plantearse qué otra salida hubiera tenido sino dirigir como buenamente pudo la enorme maquinaria de la Monarquía Hispánica, y más siendo una mujer en aquella época y sin precedentes anteriores en los que reflejarse.
Gracias por su visita Madame.

Pedro de Mingo dijo...

@Senovilla, gracias por sus amables palabras. Siempre digo que si este blog ha servido alguna vez para interesar a alguien por la historia, me doy por satisfecho.
Gracias por su visita, prometo visitar su blog con la calma que se merece.
Un cordial saludo.

@Cayetano, dice un dicho muy antiguo que los ojos son el espejo del alma, y efectivamente su mirada está cargada de infinita tristeza, pero como todas las grandes mujeres de la historia, esta reina supo ocupar su sitio a pesar de las adversidades y de todos los sinsabores que tuvo que vivir.
Gracias por su visita :-)

@Retablo de la Vida Antigua, gracias por su amable opinión, efectivamente el retrato está cargado de simbolismo. He leido también, como le ha comentado a Carolus, que hay un gran significado cabalístico oculto en este retrato, algunos significados son más creibles que otros, pero no he querido extenderme en este punto que nos hubiera desviado de la figura protagonista.
Gracias por su visita y como ya le he comentado en su blog, enhorabuena por su interesantísima entrada.

@Jose Eduardo, sea bienvenido, espero que nos visite con asiduidad y deje sus interesantes comentarios a menudo. Creo como usted que imbuirse en la rígida etiqueta de la corte española debía ser un duro trago. Lo cierto es que la pobre niña no tuvo tiempo de disfrutar de su adolescencia, pero también es verdad que en la corte austríaca se educaba a todos los posibles herederos y sucesores bajo la llamada Pietas Austriaca. Como dice nuestro amigo Carolus en su blog "instrucción en tres ámbitos fundamentales estrechamente relacionados: por un lado recibiría una sólida formación religiosa basada en la “Pietas Austriaca” ; por otro un aleccionamiento de tipo político que no debe sorprender cuando la condición de reina consorte podía facilitar las relaciones entre el Imperio y la Monarquía Hispánica y, finalmente, una exhaustiva instrucción en la cultura cortesana."
Un saludo.

Pedro de Mingo dijo...

@CarmenBéjar, creo como usted que fue en un primer momento "vientre del reino" pero posteriormente, en su viudez supo estar a la altura de las circunstancias, sobrepasó a su personaje y se reinventó a si misma puesto que no había precedentes a su figura. Supo estar a mi entender a la altura de las circunstancias.
Gracias por su visita y enhorabuena por su original entrada.

@Manuel, gracias por sus palabras, acierta usted al decir que recogen un poco el alma de quien retratan y más aún siendo sus autores pintores del calibre de Carreño o Velázquez, que bajo mi punto de vista, no sólo sabían retratar al personaje, también sabían mostrar su alma al espectador, son más que lienzos, son poesía, son un libro abierto.
Gracias por su visita.

Anónimo dijo...

Apasionante entrada,hace tiempo que sigo su blog y debo decirle que cada día me resulta más apasionante la historia gracias a usted.Esta historia en particular es simplemente fascinante,cuánto se oculta detrás de un cuadro,cuántas cosas pretende mostrarnos un pintor.Qué ignorantes somos los que no vemos más que un personaje sin ver más allá.
Por favor si usted puede haga alguna entrada más sobre la simbología en las obras de arte.

Gracias desde el otro lado del mundo.

Anónimo dijo...

Excelente aporte amigo Pedro, me ha encantado tu entrada. El contraste de los retratos de la reina Mariana en sus diversas etapas de su vida es evidente. Del lujo y la ostentación en su vestimenta en sus años de reina consorte se pasa a la sobriedad y austeridad de su viudez pero la misma expresión de tristeza o frustración comparten todos los retratos. Por cierto, no me gusta nada la moda española de esta corte parecían muñecas repollo.

Un abrazo, feliz mavidad

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

No me extraña que salieran las viudas blancas como la leche tras permanecer un año en un cuarto de paredes negras, cerrado completamente para impedir la luz del sol y vistiendo de luto. Así, ni la luz de una vela iluminaria algo. Por lo demás tu artículo Pedro ha sido magnífico. Un abrazo y felices fiestas.

Pedro de Mingo dijo...

@Magnolia, creo como tú que aunque Mariana pertenecía a la rama hermana de los Habsburgo vino a una corte especialmente rígida en su protocolo y muy austera. Poco a poco creo que esto la consumió, pero supo estar dentro de su papel.
Gracias por tu visita y Feliz Navidad.

@desdelaterraza-viajaralahistoria, ciertamente debía ser muy duro eso de cumplir un año de luto, encerrada en casa y con las paredes cubiertas de negro, sin espejos. Pero parecía algo habitual, recuerde la obra "La casa de Bernarda Alba" de García Lorca. En una época diferente y en otro contexto, pero practicamente enterradas en vida. Qué terrible.
Buenas noches y gracias por su comentario.

Valier dijo...

Me ha impresionado sobre todo la explicación de los detalles del cuadro: la importancia de estar sentada en una silla, el porque de los trajes o lo de las aguilas... IM-PRE-SIO-NAN-TE

Pedro de Mingo dijo...

@Anónimo, muy amable por sus palabras, tomo nota de su petición y le dedicaré alguna otra entrada que hagamos, analizando algún cuadro.
Recina un cordial saludo y gracias por su visita.

@Valier, gracias amigo mio, te deseo una muy Feliz Navidad y que el año que viene sigamos estando juntos, corriendo aventuras.
Un abrazo para ti y tu familia.

nachoben dijo...

Pasa por esta página Web:

http://diegovelazquez.webcindario.com/mariana.htm

Y completa: La Reina Mariana de Austria, la eterna viuda vista a través de sus retratos.

Sólo era eso, saber más.
Un saludo.

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