sábado, 20 de noviembre de 2010

La Contra Armada Invencible de Inglaterra, Cap. 1º La Venganza.

Antecedentes:
 
En el año de 1589, los restos de la fracasada "Armada Invencible" que lanzó Felipe II para invadir Inglaterra, se reparaban en diversos astilleros españoles, al tiempo que se comenzaba la reconstrucción de una nueva flota con nuevos galeones. Esta circunstancia de debilidad quiso ser aprovechada por Inglaterra para lanzar una fuerza de ataque contra España con la llamada "Contra-Armada invencible".
Conocedora Isabel I del muy mal estado en que se hallaba la flota española y calculando que se le presentaba una oportunidad irrepetible (pues sabían que si los Tercios Españoles conseguían en otro intento desembarcar en la isla, no habría nada que pudiera pararles) quiso aprovechar esta ocasión de oro, y con inmenso esfuerzo económico para la Inglaterra de la época (la Reina empeñó su corona y asoció en la desdichada aventura a nobles y comerciantes) los ingleses prepararon una enorme armada, con la ayuda de las Provincias Unidas de Holanda (la más grande de las fletadas por Inglaterra hasta entonces) con la finalidad de alcanzar tres propósitos:

1) Destruir el grueso de la flota que estaba en reparación y construcción en la bahía de Santander;

2) Conquistar Lisboa para soliviantar los ánimos de los portugueses (que por aquel tiempo eran súbditos de la Monarquía Hispánica) contra Felipe II y provocar la secesión de Portugal entronizando al pretendiente bastardo portugués, el Prior de Crato.

3) Apropiarse de las flotas de Indias, interceptándolas a la altura de las Azores, a su regreso a la Península. El golpe sería demoledor para la economía española, pues Felipe II necesitaba aquel oro de América para realizar el gigantesco programa de rearme naval. 

(Contra Armada Invencible de Inglaterra)


Esa Contraarmada contaba con más de 150 barcos y unos 23.000 hombres era capitaneada por el almirante Francis Drake y por el general John Norris (el más prestigioso militar inglés de su tiempo, como general en jefe de los ejércitos transportados). Las claras órdenes dadas por su reina de dirigirse directamente a Lisboa las torció a su gusto el más famoso de los piratas (Drake) que prefirió venir en busca del desquite contra la ciudad desde la que había partido la Gran Armada, un año antes hacia Inglaterra).Se dispuso a atacar primero, el que entendían el puerto más débil, el de La Coruña.

¡Llegan los ingleses!

A media tarde del 3 de mayo de 1589, el centinela de la atalaya de Estaca de Bares, cuya misión consistía en encender un fuego por cada barco enemigo que avistase (y si fuesen muchos una gran fogata) ,echó toda la leña al fuego para salir seguidamente a caballo hacia La Coruña. Aún no había salido el sol cuando llegó para informar a su jefe, capitán Juan Sánchez Cotrofe

 “…son por lo menos ochenta, o cien velas, o quizá más…tal vez ciento veinte”.
 
Cotrofe lo miró con incredulidad ya que los ataques de cinco años atrás contra Vigo y Bayona los habían efectuado con veinticinco buques casi todos pequeños; ¿quién podía imaginar a cien navíos ingleses cayendo sobre La Coruña? A media tarde otro aviso dio confirmación a lo que era inimaginable: ¡Llegan los ingleses!
El segundo marqués de Cerralbo, D. José Pacheco, Gobernador de la Plaza, organiza con sus capitanes la defensa de la Ciudad, pide ayuda a Santiago y Betanzos, y reúne dentro de la Ciudad a los moradores de las aldeas de la comarca, cada hombre que se pudiera conseguir era vital para la defensa ante semejante enemigo.
En la mañana del jueves 4 de mayo una enorme fogata en Cabo Prioriño avisaba que el destino de la enorme flota inglesa era La Coruña. La Invencible inglesa, a paso lento frente a las costas de Mera se situó a la una del mediodía hacia el interior de la ría sin encontrar la menor resistencia, fondeando fuera del alcance de los cañones del castillo de San Antón, y comenzó en el arenal de Santa María de Oza el desembarco con catorce lanchones de las numerosas tropas: 120 capitanes, 17.390 soldados, 1.380 caballeros, 95 jinetes, 4.100 marineros y 290 colonos.

Castillo de San Antón en La Coruña, Galicia, en la actualidad.

Los defensores estaban perfectamente organizados en líneas de fuego en el Alto de Santa Lucía, fuera de las murallas, con 150 expertos arcabuceros conocedores del terreno y al mando del capitán Álvaro Troncoso, tendieron emboscadas a los invasores que comenzaron a sufrir sus primeras bajas y hubieron de replegarse. 
Ante el castigo infligido, los ingleses rodearon el promontorio amenazando con aislar a los españoles, dada su aplastante superioridad numérica. Troncoso y sus hombres se replegaron hábilmente mientras peleaban en forma escalonada para retroceder hasta el arenal de Garás (actual Plaza de Vigo y Linares Rivas) donde ya estaban bajo el fuego protector de las cuatro piezas del pequeño fuerte del Malvecín, en el extremo sur del muro de la Pescadería (hoy Plaza de Mina); también los cubría la arcabucería desde la muralla y los cañones del San Juan y San Bartolomé, fondeados cerca.
La temeraria acción de los arcabuceros de Troncoso tuvo efecto positivo en la moral de la plaza, mientras los invasores fueron sorprendidos y hubieron de comenzar a evacuar muertos y heridos.La Coruña disponía en ese momento de una guarnición excepcionalmente numerosa, pues a los 150 hombres de Álvaro de Troncoso había que sumar los 500 soldados viejos de infantería de Marina que eran la base de la defensa coruñesa; soldados bragados de los Tercios viejos de infantería española curtidos en mil batallas, compenetrados con sus capacitados oficiales y jefes, que regresaron en los buques de la Gran Armada que vinieron a reparar; y además de estos extraordinarios profesionales, los mejores infantes de su época, hay que contar a 560 coruñeses levantados en armas (220 arcabuceros y 340 piqueros) al mando de Meiranes, Montoto, Cotrofe y Del Lago. Esto hacía una formidable guarnición de unos 1.200 hombres.
Nada que ver con los 23.375 individuos que traían los ingleses. Esta desproporción se explica porque Drake no tenía órdenes de atacar La Coruña, sino de designios mucho mayores. Su escuadra era la apropiada para grandes empresas y no para tomar una ciudad con una población total de unos 4.000 habitantes. Pero a Drake le gustaban los botines seguros más que las grandes batallas navales, de las que huía, como lo demostró en la campaña del año anterior en aguas del Canal, y como lo iba a demostrar meses más tarde en el estuario del Tajo.

 (Francis Drake, pirata al servicio de Inglaterra)

Por la noche el muro de la Pescadería (que cerraba la Ciudad por su parte oeste) permanecía relativamente protegido. La zona más próxima de la bahía también estaba resguardada gracias a la distancia que marcaba la artillería del castillo de San Antón y a la artillería de los buques de la Gran Armada San Juan, San Bartolomé, Sansón, Diana y Princesa que trazan un arco protector sobre la gran playa de la Marina.
Pero a favor de la oscuridad los intrusos incursionan por otros puntos desguarnecidos y establecen destacamentos en puntos estratégicos: Monte y Puente de la Gaiteira, Castiñeiras, Nelle, Payo-Mouro y Labañou. Así La Coruña quedó totalmente cercada por tierra.

Al amanecer del viernes 5 de mayo, el muro de la Pescadería era la nueva frontera entre España e Inglaterra. El intercambio de fuego fue muy intenso por ambas partes, los ingleses  cañonearon con mucho acierto a los galeones San Juan y San Bartolomé que respondiendo al fuego descabalgaron a dos de las tres piezas inglesas, pero era tan fácil el blanco para los ingleses que el San Juan  (recién restaurado y orgullo de la flota de Filipinas) fue certeramente abatido desde tierra. Drake espoleó a sus hombres para robar los gallardetes de los barcos (Bandera pequeña, larga y rematada en punta, que sirve de insignia) pero desde el buque fue repelido el abordaje con una gran explosión que causó quince muertos. Al día siguiente, al estar el barco muy dañado, se le prendió fuego para hundirlo.

 (Galeón español, eran barcos de guerra poderosos y muy versátiles que podían ser igualmente usados para el comercio o la exploración, auténticas fortalezas flotantes. España basó en ellos su hegemonía en los mares durante más de 150 años.)

La noche triste

Sin la protección de galeones españoles en la bahía, y el Castillo de San Antón protegiendo sólo un flanco, la zona amurallada de la Pescadería quedaba totalmente desguarnecida por mar. El pequeño fuerte del Malvecín, al igual que toda esa zona amurallada, resultaban casi ridículos ante el poderío del ejército invasor, pero los coruñeses se aprestan a contener al inglés a cualquier precio.
A la llegada del crepúsculo cuatro buques ingleses se lanzaron a por el castillo de San Antón

“…llegaron tan cerca que su mosquetería alcanzaba el fuerte, del cual se les dio tal carga que los obligó a volverse a la Armada echando lanchas por proa que los remolcaron.” 
 Esto dio a los sitiados la certeza de que el Castillo impediría el acercamiento de buques, lo que dificultaría el cerco inglés.
Al amparo de la noche la tremenda oleada invasora ataca con estruendo el muro de la Pescadería, no se consigue impedir que 1500 ingleses tomen tierra al pie de la muralla de la Ciudad Alta.
La tragedia que entonces se adueñó de la Pescadería, Muchos defensores se zambulleron en la mar, otros se abrieron paso a sangre y fuego hacia el Castillo de San Diego, y los menos abrieron a hierro una brecha entre la soldadesca isabelina y consiguieron pasar en la oscuridad tras los muros de Ciudad Alta.
Esa noche los ingleses la dedicaron al saqueo de la Pescadería por ser morada de la mayoría de la población de La Coruña

 “…e aunque tomaron muchos a prisión…..usaron de muchas crueldades, matando muchos hombres, niños y mujeres, y algunos con fuego y otros con martirios…”
 
Ocuparon el magnífico Hospital de San Andrés, dotado con los adelantos sanitarios de la época, para atender a sus heridos. Dedicaron tiempo y placer al saqueo. Hallaron de todo y en abundancia 

“…porque hallaron muy buenas casas y camas regaladas, y que comer y beber a carretadas; ropas y vestidos para los que no las tenían y armas, y las casas llenas de otras muchas cosas.”

(Saqueo inglés, Drake logró saquear La Pescadería)

Drake y Norris celebraron con gran júbilo, junto a sus jefes y oficiales, el fácil botín. En la casa del canónigo Labora, en la calle Real, donde se habían instalado y festejaban la feliz jornada, brindaron repetida y generosamente en las copas de cristal de fina talla por la inminente rendición de La Coruña, que representaría una gloriosa escala en el rápido camino a Lisboa. Cerca de cuatrocientos coruñeses murieron en esta “noche triste” del cinco de mayo.

Los supervivientes serían los protagonistas de dos semanas de heroica resistencia....(continuará)

Gracias a la Orden de los Caballeros de María Pita :

13 comentarios:

La Dame Masquée dijo...

Menudo susto que se llevarían los coruñeses. Me gusta que haya decidido tratar este episodio, mucho menos conocido en sus detalles que la fatidica expedición de aquella armada española supuestamente invencible.
Aquí seguiremos con la resistencia.

Buenas noches

Bisous

Valier dijo...

Sobre lo de que Francis Drake era un pirata... creo que pprefieren el termino "caballeros de fortuna" ;) Como se nota que te he sacado el recuerdo del gustillo por las batallas navales con lo de la Hermione...

Pedro de Mingo dijo...

@Madame, ciertamente es un episodio menos conocido de nuestra historia, no porque fuera de menor importancia sino porque la historiografía inglesa lo ha minimizado e incluso ocultado y la historiografía española ha hecho gala de su siempre tenaz dejadez para todo lo español. Pero así fue y así lo contaré en este y en otros capítulos.
Una vez más gracias por su visita Madame.

@Valier, amigo, la historia naval siempre me ha apasionado, especialmente la increiblemente rica historia naval de España. El motón de la Hermione será otro de los capítulos que publicaré en breve en España Eterna, gracias por tu colaboración.

Anónimo dijo...

Pero con lo que no contaba el sir Francis Drake y su tropa era con la bravura de unas mujeres coruñesas, un episodio bastante silenciado. Se habla mucho más del descalabro de la Invencible, ya sea víctima de las tempestades o de los ágiles barcos ingleses.

Feliz fin de semana

Un abrazo

Pedro de Mingo dijo...

Magnolia, he visto en tu blog que también hablas de este episodio, espero que no te importe que lo vuelva a hacer yo aunque centrándome un poco más en la campaña de los ingleses, pues ya hablaste tú de manera magistral de la heroína María Pita.
Cuánto se habla de los descalabros de la invencible española y qué poco se habla de la invencible inglesa que fue mayor en cuanto a tamaño y en cuanto a derrota. Igualmente qué poco se habla de esas mujeres que defendieron la Coruña y que impidieron que aquello se convirtiera en plaza inglesa como lo fue Calais en Francia, está claro que son muy aficionados a intentar quedarse donde no son bienvenidos, de eso saben mucho los coruñeses, los gaditanos y los canarios.... pero esas son otras historias que ya contaré.
Gracias por tu visita.

Anónimo dijo...

Es un placer ver que un tema que hemos tocado en nuestro sitio se trate con mayor profundidad o aporten nuevos datos que sirven para aumentar nuestro conocimiento o esclarecer incógnitas. El tema de la Contraarmada, me despierta mucho interés, reconozco que estoy algo cansada de que siempre seamos los "malos" de la película y creo que los demas "imperios" también tienen su leyenda negra. Otro tema que me apasiona es el misterio del hundimiento del Maine que en otros blogs se ha tratado.

Continua con estos temas tan interesantes

Anónimo dijo...

Fantástico blog,hasta ahora no me interesaba la historia, pero ahora esto ha cambiado.

Raquel dijo...

La Historia es una materia que no debe perderse nunca, pues del pasado es de donde extraemos las lecciones que nos servirán para el futuro. Pero si además se relata de forma amena, como lo hace Pedro en este blog, se vuelve muchísimo más interesante!!!
Gracias por todo :)

Pedro de Mingo dijo...

Raquel, no merezco tantos elogios y más cuando simplemente escribo de lo que me gusta. Lo que si es cierto es que no debemos perder el legado de nuestros antepasados, nunca sabremos quienes somos ni a dónde vamos si no conocemos de dónde venimos y aprendemos del pasado.
Gracias por tus palabras Raquel.
Un beso.

Kassiopea. dijo...

Una forma muy amena de relatarlo. Me ha gustado mucho esta entrada. Espero los próximos capítulos.

Un abrazo.

nazgul dijo...

Gracias Pedro ,por contarnos esa parte de la historia ,estoy deseando leer la segunda parte .

Pedro de Mingo dijo...

Estimado amigo, las dos partes posteriores hace tiempo que están publicadas, te dejo los enlaces :

http://espanaeterna.blogspot.com/2010/11/la-contra-armada-invencible-de_22.html

http://espanaeterna.blogspot.com/2010/11/la-contra-armada-invencible-de_23.html

Un cordial saludo.

Ana Merle dijo...

Hola Pedro, me encanta tu blog, llevo unos meses siguiéndolo y la verdad me as vuelto a despertar el gusanillo de la historia, me gustaría postear esta historia en mi foro para compartirla con mis amigos, siempre que me des tu permiso claro esta.. =)

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