miércoles, 20 de abril de 2011

Recaredo. El rey católico de los Visigodos (1ª parte)

Recaredo nació hacia el año 565. Era el segundo hijo de la unión entre Leovigildo y Teodosia, cuyo primogénito era Hermenegildo. A la muerte de su madre, Leovigildo se casó en segundas nupcias com Gosvinta, viuda de un rey anterior y mujer de fuerte carácter e influencia.

En esos años los destinos de ambos príncipes se separaron. Hermenegildo parece haber residido siempre en Sevilla ejerciendo el gobierno de la Bética. Esta era una provincia muy romanizada y no muy apegada al poder visigodo, y el príncipe primogénito no tardó en unirse a la resistencia frente al poder de su propio padre.

Recaredo por su parte, parece sin embargo que siguió fielmente al rey  Leovigildo en sus campañas militares en Sarabia, la Orospeda o Vasconia. Estaba junto a él en 579 cuando finalmente el primogénito Hermenegildo se rebeló contra su padre y se convirtió también al catolicismo. El alzamiento corría el riesgo de convertirse en guerra civil.

 (Recaredo I : fue rey de los visigodos desde 586 a 601, cuando murió en Toledo)

Leovigildo, tras pacificar las regiones del norte, se dirigió hacia el sur para aplastar la rebelión de su hijo, al que finalmente apresó. Hermenegildo rechazó la oferta de perdón de su padre por fidelidad a la fe católica y que fue decapitado por su carcelero. La muerte de Hermenegildo en prisión en 585 convirtió a Recaredo en heredero único del trono. Su padre, ocupado en la conquista del reino de los suevos, lo envió a la Septimania (región del sureste de Francia en torno a Narbona que formaba parte del reino visigodo). Allí debía hacer frente a la amenaza de Gontrán, rey de Burgundia, cuyas tropas habian sitiado Nîmes y ocupado Carcasona gracias a la traición.

Recaredo llegó a la región al mando de un ejército godo de auxilio y pasó al contraataque, derrotando ante las murallas de Carcasona a las fuerzas burgundias, que huyeron dejando tras de sí unas cinco mil bajas en el campo de batalla. No detuvo ahí su ofensiva, sino que en un fulgurante avance tomó las fortalezas de Ugernurm y Caput Arietis (en la fontera del Ródano) y asoló la region de Toulouse. El príncipe había demostrado su valía militar ante los francos en una campaña que los cronistas hispanos calificaron de contundente victoria de las huestes visigodas. 

Al año siguiente su padre, el rey,  falleció y Recaredo ocupó el trono, sin que las facciones nobiliarias que se disputaban el poder mostraran una oposición abierta en un principio. Sin embargo, a buena parte de esa nobleza goda no le debió de agradar demasiado la instauración de un principio de sucesión dinástica de padre a hijo, contraria al principio electivo por el que hasta entonces se habia regido el Reino de Toledo. Del mismo modo, a los obispos arrianos tampoco debió de complacerles la conversión al catolicismo del nuevo rey Recaredo, que abjuró del tradicional arrianismo germánico


Así narraba San Isidoro de Sevilla la conversión de Recaredo en el III Concilio de Toledo:

"En la era DCXXIIII, (...) muerto Leovigildo, fue coronado rey su hijo Recaredo. Estaba dotado de un gran respeto a la religión y era muy distinto de su padre en costumbres, pues el padre era irreligioso y muy inclinado a la guerra; él era piadoso por la fe y preclaro por la paz; aquél dilataba el imperio de su nación con el empleo de las armas, éste iba a engrandecerlo más gloriosamente con el trofeo de la fe. Desde el comienzo mismo de su reinado, Recaredo se convirtió, en efecto, a la fe católica y llevó al culto de la verdadera fe a toda la nación gótica, borrando así la mancha de un error enraizado. Seguidamente reunió un sínodo de obispos de las diferentes provincias de España y de la Galia para condenar la herejía arriana. A este concilio asistió el propio religiosísimo príncipe, y con su presencia y su suscripción confirmó sus actas. Con todos los suyos abdicó de la perfidia que, hasta entonces, había aprendido el pueblo de los godos de las enseñanzas de Arrio, profesando que en Dios hay unidad de tres personas, que el Hijo ha sido engendrado consustancialmente por el Padre, que el Espíritu Santo procede conjuntamente del Padre y del Hijo, que ambos no tienen más que un espíritu y, por consiguiente, no son más que uno." (1)

Fue por este motivo, entre otros, por los que se produjeron una serie de conspiraciones contra el nuevo rey, hasta cuatro consecutivas. En ellas intervinieron también católicos, lo que excluye que la religión fuera la única causa.

La primera de estas conjuras se produjo en el año 587. Sunna, obispo arriano de Mérida, y los condes lusitanos Segga y Vagrila planearon el asesinato de Masona, obispo católico de la misma sede, y de Claudio, duque de la provincia, con el fin de privar al nuevo monarca de apoyos fundamentales y posteriormente usurpar el trono.

El complot no tuvo éxito porque uno de los conspiradores, Viterico, lo denunció ante el dux Lusitaniae, quien llevó el caso a Recaredo.

 (Moneda "Tremis" de Recaredo)

Una vez abortada la conjura, la sentencia fue bastante magnánima para la crueldad habitual entre los visigodos: a Segga le amputaron las manos y fue exiliado a la Gallaecia, a Vagrila se le confiscaron las propiedades y a Sunna, se le exilió a Mauritania, donde siguió predicando el arrianismo hasta encontar el martirio.

Al año siguiente, Uldila, probablemente obispo arriano de Toledo, y la poderosa Gosvinta, la viuda de Leovigjldo, también pretendieron acabar con el monarca, pero fueron descubiertos. El primado tomó la vía del exilio mientras que la antigua reina murió en oscuras circunstancias; en palabras del cronista Juan de Bíclaro.

"Gosvinta, siempre hostil a los católicos, entregó su vida".

Justo antes del III concilio de Toledo, Granista y Vildigerno, condes de la Septimania, decidieron sublevarse también contra Recaredo. El obispo de Narbona, Ataloc, de religion arriana, les aconsejó pedir ayuda al antiguo enemigo de Recaredo, el rey burgundio Gontrán que era católico (el credo tenia una importancia relativa frente a los intereses políticos y territoriales).

Las tropas burgundias ocuparon Carcasona, pero fueron derrotadas vergonzosamente por las tropas de Recaredo, el cronista Juan de Bíclaro relata que tan sólo 300 soldados arrasaron a un ejército de nada menos que 70.000 hombres. Aunque las cifras no son creíbles, sino más bien un alarde propagandístico, lo cierto es que la frontera con Burgundia quedo estabilizada y se puso freno a las ansias expansionistas de su rey. Para los godos de la época, todo ello evidenciaba que Recaredo gozaba de una protección divina.

(Mapa de la España Visigoda de Leovigildo, padre de Recaredo. La Península estaba ocupada por diferentes pueblos como los Suevos, Vascones, Bizantinos etc...)

En el afro 590, Argimundo, duque de la Cartaginense, encabezó otra trama para acabar con la vida de Recaredo, que otra vez fue descubierta. Los cómplices fueron ajusticiados, mientras que Argimundo sufrió una suerte peor:

"Fue primero interrogado con látigos y luego le arrancaron el cuero cabelludo como signo de vergüenza; a continuación, le cortaron la mano derecha y lo exhibieron por todo Toledo montado en un asno, como un ejemplo para todos de que los siervos no debian desafiar a sus amos".

Tanto la humillación pública como la amputación de la diestra tenían como objetivo incapacitar al reo para gobernar y luchar, eliminándose a un enemigo político sin matarlo. Y así como estos castigos eran habituales y conocidos en otros lugares, la "decalvatio" (arrancar el cuero cabelludo) parece ser una forma de castigo propiamente visigoda.

No acabaron aún los problemas para el católico rey visigodo, pero eso lo veremos en la próxima entrada......

Fuentes : 
» Pere Maymó i Capdevila "Un católico en el trono visigodo" a través de Historia de National Geographic.
» Thompson E.A., "Los godos en España",  Madrid, 2007.
» Orlandis, José "Historia del reino visigodo español", Ediciones Rialp, 2006.
» (1) Las historias de los godos, vándalos y suevos, de Isidoro de Sevilla

24 comentarios:

Coral dijo...

Además, se cree que la ciudad de RECÓPOLIS (cuyos restos son visitables) fue creada por Leovigildo para que su hijo Recaredo ensayase las funciones de gobierno y estuviera perfectamente preparado para cuando le tocase gobernar.

Una interesante entrada.

Un saludo!

Pedro de Mingo dijo...

@C.G. Aparicio, así es, es visitable y tiene muy cerca su centro de interpretación donde se proyectan unos videos que ilustran al visitante sobre los restos que allí se conservan, de la ciudad de los visigodos no queda mucho, lo más visible son los restos de la ciudad medieval que allí existió posteriormente. Aún así recomiendo a todo el que tenga oportunidad que visite aquella milenaria ciudad y se pase por el citado centro de interpretación.

Muchas gracias por su visita y comentario :-)

Fotos Antiguas de Mallorca dijo...

No conocía gran cosa de la historia de los reyes visigodos (y es que tenemos tan y grande historia) pero lo que cuenta es muy instructivo. Ademas asombrado me he quedado de los castigos que se usaban en aquellos tiempos. Para que luego digan de los de los musulmanes. Podian ir de la mano.
Saludos.

PD: Veo que al final me ha salido un chiste de humor negro.

Pedro González Miguel dijo...

Excepcional y documentada entrada amigo Pedro. Los Visigodos siempre me han sido una de mis debilidades de la Historia de España. Deseando estoy de leer la segunda parte. Una vez más un trabajo genial.

Una fuerte abrazo amigo Pedro

Colotordoc dijo...

Desconocidos casi practicamente para mi, has abierto caminos para buscar más sobre los visigodos.

Interesante entrada Pedro

Saludos

Ccasconm dijo...

Me pasa lo que al resto: que poco me hablaron de los reyes visigodos en el insituto y menos aún en la carrera. Sólo ucon ensar en las matracas que metían a los niños del régimen franquista con aprenderse la lista de los reyes godos me hago una idea del suplicio, jejej. Mi padre se la sabía enterita y con música.

Saludos

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

Leí no hace mucho tiempo un libro sobre esta parte de la historia de España, la de los godos, tan desconocida y relativamente, en alguno de sus periodos, tan poco documentada, titulado “Los godos en España” escrito por un autor inglés, E. A. Thomson, en el que dedica un capítulo a Recaredo, el rey del que usted hoy nos ha hablado con tanto detalle y amenidad. Seguiré atento a la publicación de la segunda parte de su artículo, un buen repaso del reinado de uno de los reyes visigodos, que gobernaron en España en lo que podríamos considerar su inicio soberano. Un saludo, Pedro.

PACO HIDALGO dijo...

Siempre las guerras fraticidas entre dos maneras de entender la política y la sociedad. En este caso, Recaredo fue más astuto y sabía que la conversión al cristianismo, suponía la romanización también y la pacificación de Hispania. Era muy previsible que hubiese conspiraciones contra su persona por los que no aceptaban este cambio. Gran y esclarecedora entrada sobre los visigodos, Pedro. Un cordial saludo.

Retablo de la Vida Antigua dijo...

Es muy interesante ver lo complicado que fue ese tiempo, fundamental además para la formación de España.

Saludos.

CAROLVS II, HISPANIARVM ET INDIARVM REX dijo...

Un destacado rey visigodo Recaredo, fuerte y magnánimo pero con una magnanimidad adaptada a los tiempos. No se anduvo con chiquitas a la hora de castigar a los sublevados, la humillación de decalvatio debía ser terrible para un noble de la época...muy interesante también el hecho de que con su sucesión se instaurase un orden dinástico y no electivo.

Un abrazo.

La Dame Masquée dijo...

Qué horror el castigo de Argimundo! No cabe duda de que eran tiempos drásticos. Y fascinantes al mismo tiempo. Me gustan mucho los temas relacionados con los reyes godos. Es una epoca un tanto oscura, pero apasionante.

Feliz domingo, monsieur, ya final de las vacaciones. Espero que las suyas le hayan cundido.

Bisous

Francisco Doña dijo...

A pesar del tópico, nunca aprendí la lista de los reyes godos... y por lo que he podido ver en los comentarios, la mayoría, como yo, agradecen este acercamiento a esa parte de nuestra historia tan olvidada.
Estimulado por esta excelente entrada, Pedro, me acabo de proponer, para no muy tarde, publicar yo una -desde mi perspectiva profesional- sobre San Isidoro de Sevilla, contemporáneo de Recaredo.
Muchas gracias y un fuerte abrazo.

Pedro de Mingo dijo...

@Lorenzo/Fotos Antiguas de Mallorca, los castigos y la inventiva humana van de la mano. No pensemnos que estos castigos eran especialmente crueles por tratarse de los Visigodos, en todos los periodos de la historia se ha practicado la decalvatio y otras torturas peores, no olvidemos a los indios cortando cabelleras o a los hititas, asirios o persas "pelando" a los enemigos....

Un saludo.

Pedro de Mingo dijo...

@Pedro González Miguel, la historia de los visigodos es muy extensa, a pesar de su "breve" estancia en nuestro país, dejaron una profunda huella en nuestra cultura, siendo siempre posteriormente un ejemplo a seguir y considerándose siempre un motivo de honor, de limpieza de sangre y de rancio abolengo ser descendiente de godos.

Un abrazo amigo Pedro.

Pedro de Mingo dijo...

@Manuel, gracias por tus palabras, habrá posteriores entradas sobre los Visigodos en España Eterna.

Un saludo :-)

Pedro de Mingo dijo...

@CarmenBéjar, lo siento por los que tuvieron que aprenderse la lista interminable de nombres. Una de las descripciones que acompañaron siempre a los Godos es la "Morbus Gothorum" que sirvió para designar al llamado mal de los godos. Este mal no era otro más que, la anarquía o guerras fraticidas y tribales por el poder. Tantas sucesiones en el poder hicieron la lista más larga si cabe.....

Un abrazo :-)

Pedro de Mingo dijo...

@desdelaterraza-viajaralahistoria, efectivamente E. A. Thomson es un autor que ha escrito largo y tendido sobre nuestros visigodos, algunos datos de esta entrada se han sacado de su obra como puede comprobar en la bibligrafía que aparece al final de la entrada. De todas formas no soy muy amigo de los historiadores ingleses, son muy poco objetivos, especialmente cuando la historia de su país se cruza con la nuestra (aunque no es este el caso).

Un saludo cordial :-)

Pedro de Mingo dijo...

@Paco, Recaredo efectivamente vio en el catolicismo un medio más para unificar su territorio y no dudó en deshacerse de todos sus enemigos, incluidos los de su familia. Recuerde que ya tenía precedentes cuando su propio hermano se levantó contra su padre. Desgraciadamente el "Morbus Gothorum" continuó más allá de su reinado....

Un saludo y gracias por su comentario :-)

Pedro de Mingo dijo...

@Retablo de la Vida Antigua, es un periodo muy importante, aunque parezca mentira los Visigodos han dejado huella y esto ha llegado hasta nuestros días, como por ejemplo en nuestro idioma. Si le interesa, lea el siguiente artículo en su párrafo final "La influencia visigoda lingüística sobre la lengua castellana" : http://es.wikipedia.org/wiki/Hispania_visigoda#La_influencia_visigoda_ling.C3.BC.C3.ADstica_sobre_la_lengua_castellana

Un saludo :-))

Pedro de Mingo dijo...

@Carolus, da usted en el clavo. A parte de la instauración del culto católico en todo el territorio visigodo, la segunda característica más importante de su reinado es el hecho de que con su sucesión se instaurase un orden dinástico y no electivo como se venía haciendo desde tiempos muy antiguos en la cultura de los Godos. Eso provocó muchas suspicacias en la nobleza y más luchas internas.

Un saludo :-)

Pedro de Mingo dijo...

@Madame, me alegra verla por aquí de nuevo, las vacaciones estuvieron bien, aproveché para dar una vuelta por mi querida Soria y visitar algunos lugares con mucho encanto como Calatañazor (si no lo conoce le recomiendo una visita a este lugar)

Y en cuento a la entrada, posiblemente publique más cosas sobre nuestros desconocidos Visigodos.

Un abrazo :-))

Pedro de Mingo dijo...

@Francisco Doña, me alegra saber que le gustó la entrada, por mi parte estaré deseando leer la que usted propone sobre San Isidoro en su blog.

Muchas gracias por su visita y por mi parte prometo ampliar el tema con otras entradas sobre estos antepasados nuestros :-))

Un saludo.

J. Eduardo V. G. dijo...

Es curioso el exilio de Sunna en Mauritania, creo que no está estudiada suficientemente la relación en esta época con el norte de Africa.

Un saludo.

Pedro de Mingo dijo...

@Eduardo de Vicente, la verdad es que no le quedó otra y salvó el pellejo por su condición de hombre de Dios, de lo contrario muy probablemente hubiera sufrido alguna de las humillaciones que padecieron sus compinches. Finalmente sólo aplazó un tiempo su destino.

Un saludo.

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