En los Países Bajos la lucha por la independencia de España generó continuos enfrentamientos y conflictos, que llegaron a su punto culminante con la política del duque de Alba (1567-1571) y el saqueo de Amberes de 1576.
La actuación del duque fue calificada de cruel y sangrienta, especialmente por los llamados Tribunales de la Sangre, aunque parece cierto, es evidente que había un claro interés en desprestigiar al invasor español mediante una larga y variada enumeración de horrores. Se difundieron multitud de hechos escalofriantes, como el del hombre que fue ahorcado por ocultar a su propio hijo o la decapitación de una viuda que alojó una noche en su casa a un predicador protestante.
(Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel (Piedrahita, 29 de octubre de 1507 - Lisboa, 11 de diciembre de 1582), llamado el Gran Duque de Alba. En 1566 hubo revueltas y desórdenes en los Países Bajos causadas por los calvinistas. Para atajarlas envió Felipe II al duque de Alba al mando de un poderoso ejército que llegó a Bruselas el 22 de agosto de 1567. Pocos días después, el 5 de septiembre, establecía el «Tribunal de los Tumultos» (popularmente conocido como «Tribunal de la sangre») para juzgar a los responsables de los disturbios del año anterior. El Tribunal actuó con extraordinario rigor y fueron muchos los ajusticiados. Sus actuaciones acrecentaron el odio hacia los españoles)
Esta visión fue apoyada intensamente por Inglaterra; la propia reina Isabel escribió en 1585 una Declaración de las causas que mueven a la reina a dar ayuda a la defensa del pueblo afligido y oprimido en los Países Bajos.
Pensemos que en Inglaterra había partidarios de Juan Calvino que deseaban hacer oír sus voces y que estaban, por lo tanto, próximos a los calvinistas flamencos; fueron ellos quienes escribieron la historia de la rebelión de los Países Bajos. Además, a Inglaterra sólo llegaban las obras traducidas de autores franceses y flamencos, de manera que sólo se conoció una versión de los acontecimientos. Podríamos citar muchos autores, pero el relato más detallado, posiblemente, fue escrito por George Gascoigne que se dedicó a escribir minuciosamente las violaciones, saqueos, incestos, sacrilegios y todo tipo de desmanes; fue tal la acogida popular, que su obra se convirtió en pieza de teatro.
Francis Bacon, la primera gran figura de la filosofía moderna en Inglaterra, escribió "Consideraciones políticas para emprender la guerra contra España" (1624), obra donde arremete contra el Imperio español:
“¿Creéis que es poca cosa que la Corona de España haya extendido sus límites desde hace sesenta años mucho más que los otomanos los suyos? No digo por alianzas o por uniones, sino por las armas, por ocupaciones y por invasiones. Granada, Nápoles, Milán, Portugal, las Indias orientales y occidentales (…) Tan pronto como el español ha puesto el pie en algún lugar, no sale de él nunca o muy rara vez”.
Desde Italia las opiniones negativas sobre España se van a centrar más que en la política de Felipe II en la valoración de la cultura española, criticando el desprecio del latín en las universidades españolas y el aislamiento cultural de nuestro país del que era responsable Felipe II con su famosa medida de 1559:
“…que de aquí en adelante ninguno de los nuestros súbditos y naturales no puedan ir ni salir de estos reinos a estudiar, ni enseñar, ni aprender ni a estar ni a recibir en universidades, estudios ni colegios, fuera destos reinos, y en los que hasta agora y al presente estuvieran y residieran en tales universidades, estudios y colegios, se salgan y no estén más en ellos dentro de cuatro meses…”
La Inquisición :
La Inquisición es el segundo aspecto en torno al que se desarrolla la leyenda negra. Fue un tema constante en los intelectuales de todas las nacionalidades, que catalogaron al Santo Oficio de cámara de tormentos que llevaba a cabo las más horrendas torturas.
Francis Bacon, la primera gran figura de la filosofía moderna en Inglaterra, escribió "Consideraciones políticas para emprender la guerra contra España" (1624), obra donde arremete contra el Imperio español:
“¿Creéis que es poca cosa que la Corona de España haya extendido sus límites desde hace sesenta años mucho más que los otomanos los suyos? No digo por alianzas o por uniones, sino por las armas, por ocupaciones y por invasiones. Granada, Nápoles, Milán, Portugal, las Indias orientales y occidentales (…) Tan pronto como el español ha puesto el pie en algún lugar, no sale de él nunca o muy rara vez”.
Desde Italia las opiniones negativas sobre España se van a centrar más que en la política de Felipe II en la valoración de la cultura española, criticando el desprecio del latín en las universidades españolas y el aislamiento cultural de nuestro país del que era responsable Felipe II con su famosa medida de 1559:
“…que de aquí en adelante ninguno de los nuestros súbditos y naturales no puedan ir ni salir de estos reinos a estudiar, ni enseñar, ni aprender ni a estar ni a recibir en universidades, estudios ni colegios, fuera destos reinos, y en los que hasta agora y al presente estuvieran y residieran en tales universidades, estudios y colegios, se salgan y no estén más en ellos dentro de cuatro meses…”
La Inquisición :
La Inquisición es el segundo aspecto en torno al que se desarrolla la leyenda negra. Fue un tema constante en los intelectuales de todas las nacionalidades, que catalogaron al Santo Oficio de cámara de tormentos que llevaba a cabo las más horrendas torturas.
(La Inquisición moderna fue creada por los Reyes Católicos a través de una bula de Sixto IV, en 1478. Pero mucho antes funcionaron diversas Inquisiciones en países como Francia o Alemania. Esta Inquisición medieval persiguió a los albigenses en Francia y a herejes como Jan Huss, cuya figura fue uno de los antecedentes de Lutero)
Efectivamente, todas las obras de esta época intentan describir los sangrientos procedimientos inquisitoriales, alimentando el morbo popular. Muchos escritores trataron este tema. Acudamos, nuevamente, a la obra de Foxe:
“…añádanse a los padecimientos y horrores de la prisión, las injurias, amenazas, azotes y castigos, grilletes y torturas que soportan allí. A veces también los sacan y muestran en el exterior a la gente, como símbolo de censura e infamia. Y así quedan detenidos, algunos durante muchos años y van siendo asesinados por largos tormentos…”.
Los tópicos sobre España :
Entramos ahora en un terreno que aún perdura hoy día en nuestras conciencias: el empleo de los tópicos. En efecto, existe una clara tendencia a catalogar a los individuos de una nacionalidad sin que exista la menor prueba objetiva para ello. Sin embargo, los tópicos han llegado a convertirse en una etiqueta de la que resulta difícil escapar.
“…añádanse a los padecimientos y horrores de la prisión, las injurias, amenazas, azotes y castigos, grilletes y torturas que soportan allí. A veces también los sacan y muestran en el exterior a la gente, como símbolo de censura e infamia. Y así quedan detenidos, algunos durante muchos años y van siendo asesinados por largos tormentos…”.
Los tópicos sobre España :
Entramos ahora en un terreno que aún perdura hoy día en nuestras conciencias: el empleo de los tópicos. En efecto, existe una clara tendencia a catalogar a los individuos de una nacionalidad sin que exista la menor prueba objetiva para ello. Sin embargo, los tópicos han llegado a convertirse en una etiqueta de la que resulta difícil escapar.
(Niños comiendo melón y uvas, Murillo, Se trata de una obra juvenil, fechada entre 1645-50. La imagen que transmiten los viajeros, suele ser superficial y tendente a los tópicos. De España se han subrayado los supuestos defectos de pereza, orgullo, violencia, religiosidad etc.)
Nos ocuparemos ahora de la utilización de estos tópicos, frecuentemente empleados para fomentar las rivalidades nacionales en nuestro propio país, por absurdo que esto resulte. Como señala Caro Baroja:
“Los tópicos han seducido a pueblos e individuos (…) pero no cabe duda de que en ciertos momentos suponen uno de los mayores peligros para vivir en armonía”.
En este sentido, la visión negativa de España se basa en la crítica de los aspectos temperamentales o caracteriológicos. Esta imagen la impusieron, sobre todo, los viajeros que directa o indirectamente conocieron nuestro país. La mayoría fueron implacables con sus críticas y, especialmente, los franceses, que pusieron todo su empeño en resaltar la pereza, la ignorancia, la vanidad, la envidia o la violencia de los españoles. Bertaut escribe:
“son los menos previsores del mundo y, como la mayor parte, apenas si saben lo que ha pasado entre ellos, porque no leen casi nada, tampoco se preocupan del porvenir y no viven sino al día…”
Mme. d’Aulnoy subraya que:
“no abandonan sus espadas ni para confesarse ni para comulgar. Dicen que la llevan para defender la religión y por la mañana antes de ponérsela la besan y hacen el signo de la cruz con ella… Son orgullosos y presuntuosos, coléricos, vengativos, su mayor defecto en mi opinión es la pasión de vengarse y los medios que en ello emplean…”
Por su parte, Maurice Joly hace incluso una crítica biológico-racista:
“La gran sequedad de los españoles, atemperada en nosotros por un humor moderado, y la dureza del cerebro que les hace despreciar el aire libre y los gorrillos, les trae tantas incomodidades como la mala vista (…) A ser sordos creo que también están muy sometidos, viéndose en cantidad los que usan trompetillas o cerbatanas de plata o de marfil (…) Tienen también la mayor parte de los dientes careados, y por consecuencia, el aliento fétido (…) son también débiles e indigestos, en los que la carne se pudre más que se digiere, lo que se conoce en que, no obstante el gran empleo de la pimienta, no dejan de eructar y soltar sus exhalaciones lo que no procede sino de falta de buen calor, como la madera en el fuego no despide humo sino por falta de llama…”
Continuará...
Fuentes :
García Cárcel, Ricardo; Mateo Bretos, Lourdes (1990). “La leyenda negra”. Madrid: Altamira.
Alvar, Alfredo (1997). “La leyenda negra”. Madrid: Akal.
Molina Martínez, Miguel (1991). “La leyenda negra”. Madrid: Nerea.
Pérez, Joseph (2009). “La leyenda negra”. Gadir.
Fuentes :
García Cárcel, Ricardo; Mateo Bretos, Lourdes (1990). “La leyenda negra”. Madrid: Altamira.
Alvar, Alfredo (1997). “La leyenda negra”. Madrid: Akal.
Molina Martínez, Miguel (1991). “La leyenda negra”. Madrid: Nerea.
Pérez, Joseph (2009). “La leyenda negra”. Gadir.
21 comentarios:
Interesante Pedro, estoy siguiendo tus entradas sobre la Leyenda Negra y todo lo malo muy exagerado.
Triste medida la de Felipe II de 1559, cerró importantes puertas a la cultura y todo por razones religiosas para que no entraran nuevas corrientes en la península.
Saludos.
Las argumentaciones en contra de lo español eran tan burdas, populistas e incongruentes que caen por su propio peso, pero en época de analfabetismo como eran los siglos XVI y XVII el mensaje podía calar muy hondo entre ingleses, neerlandeses y franceses (los tradicionales enemigos del Rey Católico)...¿como pudo entonces un pueblo supuestamente tan vil e ignorante fundar el Imperio más grande que ha conocido el mundo y alcanzar uno de los periodos culturalmente más ricos)...
...lo de Maurice Joly ya es del género "tontuno" :-)
Un abrazo.
Curioso, muy curioso, y a día de hoy tenemos a algún que otro político extranjero haciendo lo mismo.
Lo peor de todo es que nosotros hemos venido a reafirmar la visión de los viajeros del los siglos XVIII y XIX de los gitanos, el flamenco, los bandidos, los toros y demás. Sólo hay que ver en la actualidad los tablaos flamencos que se montan para los turistas cuando vienen a Madrid, por ejemplo. En realidad también nos gusta que esos tópicos no se olviden.
En cuanto a la Inquisición y los horrores dela guerra provocados por las tropas españolas, creo que éstas no eran peores que las de otros países europeos y que la actitud del Santo Oficio en España no era muy diferente que la de países de religión protestante.
Saludos
Me vuelve a encantar esta entrada, Pedro. La actuación del Duque de Alba en Flandes no fue buena y los países europeos metieron el dedo en la llaga bien metido. Si a ello se añade la visión de ciertos viajeros extranjeros que insisten en tópicos, tales como la pobreza, la mendicidad, la inquisición y sus oscuros juicios... Como dice Carolus, ni más ni menos que en otros lugares, pero calan ante una población ignorante y analfabeta.
Saludos cordiales.
He mandado un comentario que al final, quizás por error mío, no ha llegado. Decía que la Leyenda Negra, como operación de propaganda estuvo tan bien montada que sus efectos llegan todavía hasta hoy.
Saludos.
La difusión de las opiniones dadas por los extranjeros que cita y otros igual de injuriosos han causado grandísimo daño a lo español, más aún que las críticas a Felipe II, a la actuación en América o lo hecho por nuestra Inquisición. Me horroriza pensar que hay algo de razón en ello. Muy, pero que muy interesante está siendo esta serie de la Leyenda Negra antiespañola. Un saludo, Pedro.
Me he dado cuenta de que a muchos les convenía la mala imagen de España.
Ya te había comentado el escozor que produce las potencias dominantes...
Me ha gustado como tratas lo de la inquisición
Saludos
Caray lo que hace la envidia y la mala sangre. El Maurice Joly ese es su mayor y mejor exponente. Casí le falta decir que eramos judios para acabar de insultarnos y quedarse más a gusto.
Saludos Don Pedro.
Estoy leyendo con atención todas tus entradas sobre la tan utilizada leyenda negra española, cómo si los españoles de antaño hubiesen sido los únicos en conquistar, dominar o saquear. ¿ No es el imperialismo sinónimo de opresión de los pueblos ? Comportamientos condenables tuvieron también otras potencias de ayer y de hoy. El fanatismo religioso estuvo imperante en aquella época, llámese católico o protestante. Es muy difícil juzgar con nuestra mentalidad del siglo XXI el comportamiento de unos personajes que actuaron según las circunstancias en las que les tocó vivir en aquél agitado siglo XVI, eran hombres y mujeres de su tiempo.
Un abrazo y feliz domingo
@Eduardo de Vicente, fue una medida desafortunada, pero si nos ponemos dentro de su pensamiento habría que tener en cuenta que la Monarquía Hispánica estaba rodeada por luteranos, calvinistas y anglicanos, la medida pretendía salvaguardar la unidad en la Fe y el catolicismo en todo el territorio.
Celebro que siga con interés esta serie.
Un saludo :-))
@Carolus, como usted bien dice, eran afirmaciones que tenían como único objetivo desprestigiar y debilitar a la mayor potencia de la época. Nuestro Siglo de Oro fue una etapa de nuestra historia en la que llegamos al apogeo de la cultura española.
Durante el apogeo cultural y económico de esta época, España alcanzó prestigio internacional e influencia cultural en toda Europa. Cuanto provenía de España era a menudo imitado. La otra cara de la moneda es esta serie de la Leyenda Negra. Lo curioso de todo ello es que creo que tanto el Siglo de Oro como la Leyenda Negra perviven aún en nuestros días, aunque desgraciadamente somos un pueblo que seguimos pensando más en negativo que en positivo ¿no cree usted?
Reciba un cordial saludo.
@Sareo, es curioso si, es una política de desprestigio que por entonces nos tocó sufrir por parte de las potencias extranjeras. Desgraciadamente ahora nos toca sufrirla desde dentro de nuestra propia casa...
Un saludo y gracias por tu comentario.
@CarmenBéjar, efectivamente esos tópicos siguen existiendo y muchas veces los alimentamos nosotros mismos para potenciar el turismo. En posteriores entradas hablaré sobre esas épocas más recientes donde se formaron los típicos tópicos de España.
En cuanto a las atrocidades de las que se nos acusaba, no hay país en la tierra que no tenga algún episodio oscuro, en tiempos de guerra el hombre es el hombre y su crueldad es independientemente de su nacionalidad.
Gracias por sus comentarios una vez más.
@Carolus, como bien comenta usted fueron aquellos oscuros episodios del Tribunal de la Sangre y el duque de Alba, nuevos motivos para echarle leña al fuego de la Leyenda Negra.
Como bien comenta usted y Carolus, la ignorancia del pueblo, proclive a creerse todas estas historias, fomentó el odio hacia la potencia dominante.
Gracias por su visita, me alegra enormemente que siga esta serie :-)
@Retablo de la Vida Antigua, atinada observación, la Leyenda sigue viva hoy en día, como comento más arriba, dentro de nuestra propia casa y es aprovechada por algunos politicuchos para beneficio propio aprovechando de paso la ignorancia y la falta de conocimiento de mucha gente de la historia de nuestro país.
No quisiera yo contarle lo que escribía Sabino Arana, a finales del XIX, sobre los castellanos, gallegos etc...
Un cordial saludo.
@desdelaterraza-viajaralahistoria, los españoles no fueron unos santos, pero es bien cierto que la Inquisición actuó en otros muchos países con igual saña, que la conquista de América fue bastante más cruel por parte de los países anglosajones y que los horrores de la guerra no dependen de la nacionalidad de los soldados.
Gracias por su comentario :-)
@Manuel, efectivamente las potencias dominantes generan este tipo de pensamientos en el resto de países. Hoy en día ocurre lo mismo y no es difícil ver el telediario con manifestaciones en contra de los USA, quema de banderas, propaganda, atentados...Se repite la historia.
Gracias por su visita :-))
@Lorenzo/Fotos Antiguas de Mallorca, como usted comenta lo de Maurice Joly se cae por su propio peso, cuando entramos en razonamientos racistas se pierde la base racional para cualquier argumento, por tanto sus opiniones no tenían base ni fundamento alguno, sólo pretendía desprestigiar.
Gracias por su visita y su comentario :-))
@Magnolia, un placer tenerla por aquí. Ha dado usted en el clavo en dos de sus afirmaciones:
1) "Comportamientos condenables tuvieron también otras potencias de ayer y de hoy" así es, pero uno siempre ve antes la paja en el ojo ejeno que la viga en el propio.
2) "Es muy difícil juzgar con nuestra mentalidad del siglo XXI el comportamiento de unos personajes que actuaron según las circunstancias en las que les tocó vivir en aquél agitado siglo XVI, eran hombres y mujeres de su tiempo." Esto tan obvio, es algo que olvida mucha gente, no se pueden juzgar hechos del pasado basándonos en el pensamiento actual.
Muchísimas gracias por su visita :-)
Independientemete de lo brutal de la actuación de Alba en los Países Bajos, el Duque estuvo muy pocos años para dejar ese tan mal recuerdo, sabiendo que los holandeses han pasado por penurias peores mucho más tarde. Está claro que todo es producto del nacionalismo protestante neerlandés, y de ahí esa carga racista, que aún perdura y que no se observa contra ingleses, norteamericanos, holandeses o suizos. Ellos tienen muchos más trapos sucios que nosotros, que no ocultamos nuestras vergüenzas. Pero lo peor de la Leyenda Negra es que muchos españoles se la han acabado creyendo. Acabar con ella es simplemente no creérsela.
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